El desafío de tener un hijo conectado
El 99,2 por ciento de los adolescentes tiene acceso a Internet.
"Está siempre conectado al WhatsApp o Facebook", "no levanta los ojos del móvil", son frases comunes entre los padres que creen que sus hijos usan demasiado las nuevas tecnologías. En la actualidad, los padres se encuentran en tesituras que nadie les ha ayudado a gestionar. Hay nuevas situaciones y retos con los hijos ante los que se necesitan otros modos.
Por el Día del Padre, Energy Sistem recopila los datos que definen la vida digital de los adolescentes y las cualidades necesarias para educar a los nativos digitales.
Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística, basado en una encuesta realizada a 24.000 hogares, expone que el 94% de los adolescentes de 15 años dispone de teléfono móvil, mientras que, en ese mismo grupo de edad, los que tienen acceso a internet son un 99,2%.
De hecho, los adolescentes españoles ya prefieren consumir Youtube antes que ver la televisión: El 72% de los jóvenes reconoce ver diariamente más Youtube frente al 20% que se decanta por la televisión tradicional. Tan solo el 7% de los encuestados elige como primera opción la televisión de pago (Smart TV), según un análisis de la web de tendencias Cultture.
"Tanto el salto generacional entre padres e hijos como el cambio de dispositivos desde los que se disfruta del ocio ha causado que tanto niños como jóvenes sean huérfanos digitales. Carecen de una figura que les explique cuáles son los riesgos de navegar por internet o cómo detectar amenazas hacia su privacidad", señala Noemi Climent, responsable de Comunicación en Energy Sistem.
Según el estudio Seguridad infantil y costumbres de los menores en Internet, el 54% de los menores no ha recibido formación alguna sobre las normas básicas de seguridad. Además, el informe señala que el 86% de los menores usuarios accede a la Red desde ordenadores que no cuentan con ningún sistema de filtrado de contenidos y que entre el 28% y el 38% de los menores, accede a contenidos inseguros o nocivos (destacar que el porcentaje aumenta con la edad).
Ante esta situación, Climent comenta: “A pesar de que a muchos padres les preocupa ver que sus hijos pasan demasiado tiempo delante de pantallas, el desarrollo de las nuevas tecnologías ha hecho que las clásicas actividades (lectura, deporte, pintura...) sean mucho más intuitivas y creativas, lo que abre un mundo de posibilidades de aprendizaje. Una buena manera de que hagan un uso efectivo de Internet y aprovechen ese potencial es proporcionándoles ayuda activa: además de los conocimientos necesarios para concienciarlos sobre las consecuencias del uso inapropiado de la tecnología, acompañarlos para asegurar las buenas prácticas”.
Una solución añadida es la de crear distintos usuarios y concederles diferentes permisos, una función disponible en terminales con la versión de Android 6.0 Marshmallow. Para ello es necesario entrar en el menú de ‘Ajustes’ y acceder a ‘Usuarios’. Una vez dentro, podemos añadir tantos usuarios como personas vayan a acceder al terminal y marcarlos como perfiles restringidos.
También es posible restringir compras in-apps en dispositivos Android. Desde el usuario paterno, si se accede a la propia aplicación de Google Play, es posible configurar un filtro de contenido con el que se pueden limitar las aplicaciones según los niveles de madurez. Solo es necesario elegir la opción adecuada para los hijos y crear un nuevo PIN para el contenido.
“Hay que aceptar que el ocio tecnológico es parte del ocio y aprendizaje de los menores. Los padres deben enseñar a los más pequeños cómo aprovechar las nuevas tecnologías y decidir en qué situaciones y horarios deben hacer uso de los diferentes dispositivos”, concluye Climent.