Microsoft asume su fracaso con Nokia
Apenas a tres semanas del lanzamiento oficial de Windows 10 (por cierto que la versión empresarial estará disponible el 1 de agosto), Microsoft ha confirmado su debilidad en otra línea de negocio, la de los teléfonos móviles proveniente de la división móvil de Nokia, adquirida en 2013, y desposeída de su marca original el año pasado.
Tras el abandono el mes pasado de la división móvil de Microsoft por parte de Stephen Elop, anterior CEO de Nokia, la compañía de Redmond ha anunciado la completa depreciación del valor de la compra del negocio móvil de la finlandesa, al asumir una pérdida de 7.600 millones de dólares, 400 millones más que lo que le costó hace algo menos de dos años.
Al mismo tiempo, Microsoft ha anunciado el despido de 7.800 empleados, que hay que sumar a los 18.000 anunciados hace un año. Tras el proceso de compra en 2013, fueron 25.000 personas las que se incorporaron a Microsoft desde Nokia.
De esta manera, mientras la compañía de Redmond abandona la inversión en el negocio independiente de telefonía móvil para “construir un ecosistema para Windows, que incluya sus propios dispositivos” (en palabras de Satya Nadella, CEO de Microsoft), irónicamente la parte de Nokia que seguía siendo independiente, dedicada a redes, podría acabar regresando a los móviles.