TI y logística contra la Covid
La tecnología avanzada en el sector logístico es clave para adelantarse a las nuevas variantes de la COVID-19. Para superar dificultades como los fallos en la cadena de suministro, la variabilidad de la producción de dosis y la falta de transparencia de algunas instituciones, la logística avanzada y la tecnología de seguimiento son herramientas esenciales.
Zebra Technologies sostiene que el despliegue de la vacuna contra la COVID-19 es el mayor reto logístico de nuestra generación, pero existen soluciones digitales que nos ayudarán a tener éxito. Los científicos han asegurado que hay más posibilidades de que aparezcan nuevas cepas peligrosas cuanto más tiempo dejemos que el virus mute. Esto quiere decir que asegurar la máxima eficiencia en el despliegue mundial de la vacuna es más importante que nunca.
"Utilizados conjuntamente, la tecnología de seguimiento y localización en tiempo real, los ordenadores móviles empresariales y el software de análisis prescriptivo basado en cloud pueden optimizar la distribución y administración de las vacunas para que podamos, a su vez, ejecutar una campaña mundial eficaz que frene esta pandemia", defiende Daniel Dombach, Director de Industry Solutions de Zebra Technologies EMEA.
Tras más de un año de pandemia, por fin hay esperanza. Ya se han administrado más de 900 millones de vacunas en todo el mundo y el despliegue global de dosis sigue acelerándose. Se trata de una buena noticia, puesto que la incidencia del virus ya ha comenzado a reducirse en los países donde más vacunas se han administrado.
Sin embargo, el virus no ha desaparecido. En los últimos seis meses se han descubierto nuevas variantes, y algunas de ellas parecen ser más transmisibles o resistentes a las primeras formulaciones de la vacuna. A pesar de las severas restricciones a los viajes y las cuarentenas, la variante B.1.1.7 COVID-19, que apareció por primera vez en el Reino Unido a finales de 2020, se convirtió en la cepa dominante en Estados Unidos en abril, según confirmaron recientemente los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Los problemas logísticos, como los fallos en la cadena de suministro, la variabilidad de la producción de dosis y la falta de transparencia de los organismos sanitarios y administrativos, han retrasado las campañas de vacunación tanto en los países en vías de desarrollo, como en los estados occidentales con más recursos. Para superar estas dificultades, la logística avanzada y la tecnología de seguimiento son herramientas clave.
Digitalizando cada paso de los procesos de distribución y administración de las vacunas, resulta más fácil establecer vínculos críticos en la cadena de suministro. Esto, a su vez, ayuda a mejorar la coordinación entre las partes implicadas, que muchas veces no han trabajado juntas nunca. Las tecnologías digitales pueden ayudar a solucionar los fallos en los registros de datos, aumentando la eficiencia y velocidad del proceso de distribución. Si las herramientas disponibles (tecnología de seguimiento y localización en tiempo real, ordenadores móviles y tabletas inteligentes, escáneres de códigos de barras de alta precisión, sensores de control de temperatura...) se integran correctamente, las personas que participan en la distribución y administración de las vacunas contra la COVID-19 podrán realizar su trabajo con una mayor confianza y precisión.
La transparencia de la cadena de suministro es clave
Cada paso del proceso de distribución de vacunas aumenta el riesgo de que estas se dañen, se retrasen o incluso se pierdan. Utilizando la tecnología adecuada del Internet de las cosas (IoT) para mantener la visibilidad de la cadena de suministro de la primera a la última milla, muchos de estos problemas pueden mitigarse.
Por ejemplo, la colocación de dispositivos inalámbricos de seguimiento y localización, como etiquetas RFID y registradores de datos electrónicos, en los palés y embalajes utilizados para el envío de las vacunas puede permitir que se recojan y compartan los datos de ubicación y temperatura, respectivamente, entre los encargados de la planificación logística y quienes se encargan de la elaboración de informes. Dependiendo del tipo de tecnología utilizada, los datos pueden organizarse, a través de la nube, en gráficos fáciles de entender. En otros casos, los datos pueden estar disponibles para su descarga en aplicaciones móviles a través de dispositivos con Bluetooth al llegar a un destino. De cualquier manera, la tecnología de localización es clave para lograr:
• Una rápida confirmación del estado del envío en cada punto de entrega.
• Un mejor trabajo en equipo entre múltiples proveedores de logística y de atención sanitaria.
• Una mejor identificación y resolución de los cuellos de botella que afectan a la distribución y administración de vacunas.
• Mayor confianza en el rendimiento de la cadena de frío.
Sin embargo, el control logístico -y el control de la temperatura de las vacunas- no termina una vez que éstas llegan a su destino final.
Combinar tecnología y datos para agilizar el punto de atención
Estamos familiarizados con el concepto de "última milla", pero cuando se trata de lograr un despliegue eficiente de las vacunas, es fundamental reconocer que este proceso va más allá de la entrega de los viales al punto de administración. Los proveedores de servicios sanitarios y los centros que reciben las vacunas deben tener la misma visibilidad de las operaciones de distribución que los gestores logísticos de la cadena de suministro. Además, necesitan herramientas tecnológicas que les permitan recopilar, almacenar y compartir de forma segura los registros de los pacientes (es decir, las credenciales de las vacunas), las cifras diarias de vacunación, los posibles efectos secundarios, la fluctuación de los niveles de suministro, e incluso la temperatura de almacenamiento una vez que las vacunas han sido entregadas.
Se trata de un verdadero reto, teniendo en cuenta que los puntos de atención en las campañas nacionales de vacunación pueden ir desde grandes hospitales y estadios deportivos hasta pequeñas farmacias, colegios e incluso iglesias. No todos estos lugares cuentan con los recursos tecnológicos necesarios para la recopilación de datos en tiempo real, y no todos están conectados digitalmente a las bases de datos del gobierno y de las agencias de salud pública.
¿Cómo podemos establecer un sistema de referencia de datos de alta calidad accesible en instalaciones administrativas tan diversas?
En un mundo perfecto, todos los centros dispondrían de ordenadores portátiles, tabletas e impresoras inalámbricas para uso sanitario. Los dispositivos móviles con identificación por radiofrecuencia (RFID) podrían recopilar rápidamente datos sobre el inventario de vacunas y otros suministros médicos (por ejemplo, agujas y equipos de protección personal) que hayan sido debidamente etiquetados. Los lectores de códigos de barras pueden ayudar al personal a buscar los datos de un paciente para confirmar su identidad, sincronizar los registros e incluso leer los datos de una credencial de vacunación para confirmar la información de la primera dosis antes de administrar una segunda. Cuanto menos tiempo se dedique a completar manualmente el papeleo, más tiempo podrá dedicar el personal a otras tareas de valor que son clave para aumentar el volumen de citas. Además, la automatización de la recogida de datos reduce el riesgo de que se produzcan errores humanos en el proceso.
La recopilación y distribución digital de la información recogida por los dispositivos electrónicos ubicados en los congeladores y frigoríficos también facilita al personal del centro la supervisión y verificación de que se mantiene la temperatura adecuada para las vacunas sin tener que comprobarlo regularmente de forma manual. Si se produce una desviación, podrán investigar rápidamente y tomar las medidas adecuadas para mitigar más pérdidas de inventario. Si hay que deshacerse de las dosis, se puede notificar a los pacientes antes de que lleguen a sus citas y reprogramarlas en consecuencia.
Las soluciones analíticas prescriptivas basadas en la inteligencia artificial (IA) también pueden desplegarse con aplicaciones de gestión de personal para predecir rápidamente la demanda de primeras dosis, informar de la planificación de las segundas y ayudar a definir tanto los suministros como los requisitos de mano de obra a medida que la disponibilidad de vacunas y el volumen de citas fluctúan.