Consejos para reducir el impacto ambiental con nuestros teléfonos móviles
El impacto ambiental es uno de los temas que más concienciación está provocando en el siglo en el que vivimos. Así, el ahorro energético comienza a formar parte de nuestra vida como una obligación y una ayuda que proporcionamos a nuestro planeta.
Por esa razón, son múltiples las tareas que podemos realizar sin apenas esfuerzo para ayudar a construir un futuro mejor a través, por ejemplo, de un objeto tan cotidiano y manejado por todos como un teléfono móvil.
Según una reciente encuesta publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 69,8% de la población con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años cuenta ya con un móvil propio. Esto equivale a 7 de cada 10 niños. Estos datos, sumados a que el pasado año, el número de líneas móviles superó, por primera vez, a la población mundial, con un 103%, hace difícil la tarea del reciclaje en aparatos con los que no sabemos qué hacer cuando ya no nos sirven o dejan de funcionar.
El mayor peligro es que, debido a que los componentes con los que están confeccionados son bastante contaminantes – hasta 40 materiales tóxicos – no se aconseja nunca tirarlos a la basura. Para que nos hagamos una idea, un smarthphone llega a producir hasta 95 kilos de CO2 a lo largo de su vida útil, según un estudio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Surrey, siendo capaz de contaminar unos 600.000 litros de agua que, según datos del Instituto Español de Estadística, es el consumo doméstico de agua de todos los hogares españoles a diario.
Reducir la generación de residuos es posible si seguimos los principios de la economía circular, o lo que es lo mismo, una economía global y eficiente que apoya el cambio y el mejor del uso de los recursos. Y lo más importante es que todos podemos contribuir con pequeños gestos. Desde Forall Phones, marca dedicada a la venta de iPhones reacondicionados que ya ha ahorrado más de 1621 toneladas de CO2 y 3.57 toneladas de chatarra electrónica, proponen algunos consejos para hacer posible esta propuesta.
Durante el uso que le demos al móvil, tratémoslo lo mejor posible. Cuidar características como el brillo, despejar la memoria de almacenamiento, cerrar aplicaciones que den error o que provoquen un mal funcionamiento, no someterlo a temperaturas extremas, evitar la descarga completa de la batería son algunas de las acciones útiles para que su funcionamiento sea óptimo durante más tiempo. También hay aplicaciones que ayudan a medir las emisiones de CO2 que emitimos o que reducen el consumo de la batería de nuestro terminal.
Todos estos pasos mejorarán nuestros esfuerzos ya que, según Greenpeace, la producción de los teléfonos móviles equivale a casi tres cuartos de sus emisiones totales. Es por ello que lo mejor que podemos hacer es reflexionar sobre cómo compramos y cómo nos deshacemos de nuestros smarthphones.
Entre las primeras opciones de reciclaje, destaca dejarlo en una zona de punto de limpio, habilitada en muchas ciudades, depositarlo en tiendas de reparación o de segunda mano y donarlo a organizaciones no gubernamentales.
Otra buena opción es venderlo, ya que solemos prescindir de nuestro teléfono cuando se queda desfasado, debido al gran desarrollo tecnológico que tiene este sector. Cada vez hay menos tiempo de separación entre lanzamientos de diferentes modelos móviles, lo que aumenta su consumo. Pero quizás, un móvil que no queramos utilizar más se encuentre en buenas condiciones y pueda tener una segunda oportunidad en manos de otro usuario.
Una alternativa, a diferencia de las anteriores, es pensar antes de comprar y saber qué fabricantes son los más eco-friendly en su producción. En ese sentido, Greenpeace señalaba a Apple y Fairphone como las dos mejores compañías verdes en un informe del 2017. Y en relación a ello, están los móviles reacondicionados, es decir, móviles de segunda mano preparados para volver a tener un nuevo uso, sin dejar de aportar fiabilidad ni calidad.
"El consumo cada vez más alto y continuado de dispositivos móviles nos condena a tener que actualizarnos cada poco tiempo, a nivel personal, en nuestra capacidad de manejo de las nuevas tecnologías y, en general, en la fabricación de nuevos dispositivos que provocan un gran impacto ambiental", señala José Costa Rodrigues, CEO y fundador de Forall Phones. "Para construir un mejor futuro desde el presente, nuestro compromiso es firme en cuanto a posibilitar una tecnología reacondicionada como sinónimo de alternativa más sostenible gracias a nuestros dispositivos 100% funcionales, que mantienen todas sus funcionalidades intactas y de manera más económica", concluye.