Aprobadas las leyes para el fin del roaming y la neutralidad en la red
Se confirma definitivamente el fin del roaming para junio de 2017, que estaba acordado desde el 30 de junio por los negociadores de los Gobiernos de los países miembros de la UE y la Eurocámara, pero tenía que ser refrendado por el Consejo de la UE y por el Parlamento, lo que se ha llevado a cabo este mes. También se ha hecho lo propio con la neutralidad de la red, aunque con ciertas lagunas que han sido criticadas.
El pleno del Parlamento europeo (PE) ha aprobado definitivamente las leyes que pondrán fin a los recargos por usar el móvil en un país de la Unión Europea (UE) distinto a aquel del que proviene la línea y los servicios de telefonía. Los operadores podrán aplicar una política de uso justo para evitar el abuso de los servicios para propósitos que no sean viajes periódicos. El 30 de abril de 2016 se hará un paso intermedio rebajando el roaming un 75% (0,05 euros por minuto, 0,02 por SMS y 0,005 por megabyte), y el 15 de junio desaparecerá totalmente.
Frente a la casi unánime opinión favorable acerca de esta ley (quizá no tanto en cuanto a su demora en sacarse adelante), lo referente a la neutralidad en la red está provocando no poca polémica, dada la falta de concreción completa el respecto. Aunque en principio los operadores deberán tratar en igualdad de condiciones todo el tráfico, tendrán la posibilidad de aplicar medidas de gestión del mismo que sean razonables.
El texto normativo se expresa en los siguientes términos: "se tratará todo el tráfico de la misma manera (...) a menos que ello sea necesario para obedecer órdenes judiciales, cumplir con las leyes, prevenir congestión de la red o combatir los ataques cibernéticos". También establece que se aceptarán acuerdos para servicios que requieran un nivel de calidad específico.
Las voces críticas ya se han pronunciado, como por ejemplo la BEUC, Organización Europea de Consumidores, cuya Directora General, Monique Goyens, ha dicho que han visto “deficiencias en la nueva regulación, ya que los proveedores podrán seguir excluyendo a gigantes de tráfico como Facebook, Netflix o YouTube de los límites de datos, de manera que su contenido seguirá siendo accesible incluso para los consumidores que hayan consumido todos sus datos”. Según Goyens, "esto deja a servicios innovadores fuera del mercado, limita la competencia y reduce la elección de los consumidores".