El fin del roaming tendrá que esperar a junio de 2017
Dos años más. Es el tiempo que habrá que esperar a que la desaparición definitiva del cobro por los servicios de roaming sea una realidad, siempre que el acuerdo alcanzado entre el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo sea ratificado por los 28 países miembros en los próximos seis meses. Tras muchos retrasos, es el movimiento más reciente desde que el año pasado se señalara diciembre de 2016 como posible fecha.
Según el pacto entre los organismos europeos, al que se ha llegado tras 12 horas de negociación, a partir del 15 de junio de 2017 tendrán que desaparecer los sobrecostes por llamar, enviar mensajes o navegar por Internet a través del móvil en un Estado miembro diferente al de origen del operador. Como paso intermedio, las tarifas de roaming se rebajarían un 75% sobre las actuales a partir del 30 de abril de 2016, de manera que el precio mayorista por minuto no deberá superar los 0,05 euros para las llamadas, los 0,02 euros por SMS y los 0,05 euros por megabyte de datos (IVA excluido).
Ante la posibilidad de un uso abusivo o inadecuado de los servicios de roaming, por ejemplo si alguien los quisiera aprovechar para otros propósitos que no fueran viajes periódicos, también se ha decidido que los operadores puedan aplicar una “política de uso justo”. Además, se introducirían “salvaguardas” con el objeto de afrontar la recuperación de costes necesaria para compensar la anulación del cobro actual.
A pesar de que en anteriores etapas de la negociación en este tema algunos países dificultaron en cierta medida el avance del proceso, en algunos casos presionados por las propias operadoras, ahora se da por hecho que la ratificación por parte de los 28 será en este caso un mero trámite. Tal y como ha comunicado Andrus Ansip, vicepresidente comunitario de Mercado Único Digital, “Los europeos han estado pidiendo y esperando el final de los cargos de roaming así como normas para la neutralidad de la red. Han sido escuchados”.
Al mismo tiempo, también se ha tocado el espinoso tema de la neutralidad de la red. La Unión Europea prevé obligar a los operadores de telecomunicaciones a que traten de manera ecuánime todo el tráfico de Internet, con bloqueos que sólo se permitirían durante eventualidades como los ciberataques o las sobrecargas en períodos pico.
