Europa volverá a pedir a Google que sea más neutral y transparente
El buscador líder Google continúa produciendo quebraderos de cabeza a propios y extraños. La Unión Europea lleva años luchando contra lo que considera un abuso de su dominio en el mercado, y aunque hasta ahora ha fracasado en sus iniciativas, quiere volver a poner en marcha regulaciones al respecto.
Tanto Google como muchos de sus partidarios independientes de la compañía, de los que se han publicado (y vendido) no pocos libros, han defendido con frecuencia que el motor de búsqueda líder en Internet se basa en las necesidades de los miles de millones de usuarios en todo el mundo, tratándose de un sistema democrático, en el que el lema “la inteligencia de las masas es superior a la de unos pocos” se ha convertido en una especie de mantra.
Sin embargo, tampoco son escasas las opiniones contrarias, las que sospechan de la insuficiente imparcialidad del famoso algoritmo y sus cambios. Muchos de los mencionados libros ofrecen completas guías de prácticas SEO para el mejor aprovechamiento posible del buscador, pero también es común en ellos la utilización de frases como “no se trata de dar una guía matemática” o “no existen las fórmulas mágicas”, que en realidad pueden dar pie a alimentar ambas opiniones (complejo es el mundo de la estadística).
Lo que sí tienen claro en Bruselas es que los mensajes no son claros, y por tanto la transparencia de Google no es la suficiente, lo que sumado a la enorme cuota en Europa del buscador (90%) y los posibles abusos que ello le podría estar permitiendo a la hora de acceder a otros mercados (como el de las telecomunicaciones), han llevado de nuevo a los legisladores comunitarios a iniciar movimientos contra el gigante tecnológico norteamericano.
El eurodiputado popular Andreas Schwab y el liberal Ramón Tremosa han coincidido en afirmar que “si el procedimiento contra Google sigue sin dar resultado y su conducta anticompetitiva continúa, debe contemplarse una regulación de los buscadores dominantes”. Se refieren a un posible nuevo reglamento que aplicaría sobre Google una obligación similar a la administrada sobre la compañía aérea Amadeus a finales de los noventa, para ofrecer las mismas condiciones de obtención de plazas a todas las agencias de viajes. Aunque aquello funcionó de forma positiva, no parece que se trate de negocios comparables: El dominio de Google parece depender más de las prioridades libremente elegidas por los internautas. El caso es que en EEUU (precisamente el país de origen de la compañía), su cuota no llega a la mitad del mercado.
Así las cosas, Bruselas podría prohibir a Google operar en ciertos sectores. El proyecto trataría de resolver de paso otros conflictos, como los relacionados con la privacidad y la propiedad intelectual. También se habla de alternativas, como la de obligar a la compañía a escindirse en diferentes negocios que operasen independientemente según el mercado, lo que también evitaría las acusaciones de abuso.
Y si la UE quiere pedir más neutralidad al buscador, el presidente de Telefónica César Alierta les acusa precisamente de presumir de ella (aunque en otro sentido). También los principales responsables de Vodafone y Orange han pedido más cambios en la normativa del sector de las telecomunicaciones en España y Europa que faciliten la inversión y la innovación, acusando de paso a las grandes tecnológicas norteamericanas precisamente de su escasa inversión.
En palabras de Alierta, la neutralidad "se la han inventado Facebook, Google y compañía porque están en contra de la libertad", añadiendo que la neutralidad debe ser digital, incluyendo aplicaciones, servicios y descargas, y apostillando que "sin redes no hay ecosistema digital”. Por su parte, Carmen Recio, secretaria general de Orange España, “empresas como Google, Apple o Facebook tienen cuotas de mercado dominantes en servicios vinculados a las telecos o que incluso las sustituyen”. Recio solicita que estas compañías cumplan las mismas obligaciones que las telecos en privacidad y aportación a la hacienda pública española.