El sector farmacéutico verá marcado su crecimiento por la IA
Las farmacias están adoptando con lentitud la IA.
Los principales motivos para esta prudencia pasan por la fuerte regulación del sector y la preocupación por los riesgos para la salud que supondría el uso de datos inexactos. En la actualidad su aplicación se circunscribe a la monitorización y la imagen médica. Sin embargo, de acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, hay indicios de que el uso de la inteligencia artificial en el sector farmacéutico está cobrando impulso.
Los macrodatos y la IA suponen una oportunidad para impulsar la eficiencia de la I+D farmacéutica, a la que el sector destina cerca del 25% de sus ingresos. En la actualidad, llevar un medicamento al mercado puede suponer más de una década de trabajo con tasas de fracaso cercanas al 90% durante el periodo de ensayos clínicos. La IA y el aprendizaje automático no solo permitirán reducir el tiempo que se tarda en comercializar un medicamento y el porcentaje de fracasos sino idear enfoques de tratamiento más adaptados y personalizados.
La mayoría de los países imponen restricciones al uso sanitario de la IA. "Las preocupaciones de la Unión Europea se basan en cuestiones de privacidad en el entrenamiento de IA y sesgos en sus decisiones o sugerencias", explicó el analista del sector farmacéutico para Europa Ruben del Río. No obstante hay diferencias por mercados. Las autoridades británicas son más permisivas al desarrollo de la IA mientras las suizas parecen esperar a las decisiones definitivas de la Unión Europea y otras organizaciones internacionales antes de implantar un marco. "Creo que el marco suizo de IA estará a medio camino entre el de la Unión Europea y el del Reino Unido", añade Del Río. China, por su parte, eliminó en 2022 las restricciones a la tecnología de diagnóstico asistida por IA, lo que está permitiendo un uso más amplio de esta tecnología fuera del ámbito hospitalario.
La tendencia actual, sobre todo en Occidente, son las colaboraciones o asociaciones entre empresas farmacéuticas y compañías especializadas en IA o Big Data. En Europa y Estados Unidos es cada vez más común ver asociaciones entre empresas farmacéuticas tradicionales, empresas sanitarias impulsadas por IA y líderes tecnológicos. Algunas de las principales farmacéuticas están creando ya sus propios equipos internos para crear los sistemas de datos y mantener las máquinas fuera del alcance de la competencia.
La IA ya está creando una competencia nueva y creciente para los actores tradicionales de la industria farmacéutica. Ya existen dispositivos portátiles que controlan desde los niveles de glucosa en sangre hasta la frecuencia cardíaca. Gran parte de ellos proceden de fabricantes y vendedores que son nuevos en la industria, incluidos gigantes del comercio minorista y de la tecnología. En realidad, la IA es solo uno de los ámbitos en los que las empresas no farmacéuticas están entrando en el sector: los promotores inmobiliarios construyen hospitales, los fabricantes de electrodomésticos producen equipos médicos, los gigantes de Internet venden medicamentos, las empresas de telecomunicaciones ofrecen telemedicina y las instituciones financieras han empezado a ofrecer seguros de salud y atención sanitaria preventiva. Algunas de estas corporaciones podrán adquirir empresas puramente farmacéuticas o biotecnológicas de tamaño medio.