La cultura del dato
Los datos proporcionan información de valor para la toma de decisiones. Son también la base sobre la que se construyen los indicadores de negocio que permiten evaluar el éxito o el fracaso de cualquier iniciativa. Disponer del dato en tiempo real es clave para planificar y gestionar un negocio.
Pero, explotar el dato y extraer la información que encierra permite, además, obtener un conocimiento detallado para optimizar la toma de decisiones. Y, con ello mejorar el rendimiento de cualquier organización.
La información es el mejor activo de cualquier empresa. Pero, cuando hablamos de información -desde Datisa aclaran- en realidad hablamos de datos consolidados. Es decir, datos verídicos, fiables, precisos y actualizados en tiempo real. Datos que permitan un análisis desde diferentes ópticas para que puedan aportar valor a las distintas áreas del negocio.
Pero, siendo el corazón de los negocios, los datos por sí solos no aportan la ayuda que demandan las organizaciones modernas. Estos datos deben ser, además, accesibles y ayudar a obtener la imagen sobre el estado de situación de la empresa, en general, o de un entorno concreto. En este sentido, Isabel Pomar, CEO de Datisa, dice que “cada persona dentro de la organización debe poder acceder a la información relevante para su trabajo sea cual sea la fase del proceso en la que se encuentre. Acceder a la información vía ERP permite, además, coordinar tareas y tomar decisiones en escala porque facilita el análisis de los datos”.
En este sentido, el papel que juegan los ERP para convertir la información en conocimiento es clave. La cuestión no es solo capturar y archivar el dato en una BBDD centralizada. La cuestión -como explican desde Datisa- es dotar a esa información de la profundidad y consistencia necesarias. Y, así, poder identificar tendencias, interpretar patrones o diseñar presupuestos óptimos conforme a históricos o estadísticas de años anteriores.
Isabel Pomar insiste en la urgencia en el entorno pyme de implantar “la cultura del dato”. Hacer que las pequeñas y medianas empresas sean, de verdad, organizaciones data driven. Y que conformen una estrategia óptima para recoger, registrar, almacenar y gestionar la información con la que operan. En esa estrategia deberán definir también la manera en la que se intercambia la información y el modo en el que se utiliza para obtener su máximo rendimiento. Y, en cualquier caso, la tecnología, concretamente, las plataformas de gestión ERP, desempeñarán -ya lo están haciendo- un valor crítico en toda la cadena de valor de la información.
“La gestión del conocimiento depende, en gran medida, de cómo se gestione previamente la información y de cómo se oriente a la obtención de valor”, dice Pomar. Y, en todo caso, una gestión eficiente de la información, orientada a mejorar el conocimiento en el entorno corporativo, es ya un must have, para las pymes que piensan en su crecimiento económico.
La cultura del dato es, en sí misma, una ventaja competitiva respecto a organizaciones más estáticas. Menos analíticas. Lo es, porque, como insiste la CEO de Datisa, disponer de información clave en tiempo real y del conocimiento necesario, permite abordar los desafíos del día a día, igualmente, sobre la marcha. Pero también optimizar la eficiencia y la rentabilidad de la empresa a golpe de click.