Las profesionales TI
Un 41 por ciento de las mujeres españolas que trabajan en el mundo de la tecnología creen que los efectos de la pandemia han supuesto un retraso en su desarrollo profesional.
Aunque el teletrabajo se presenta como un posible acelerador hacia la igualdad de oportunidades de género en los puestos relacionados con las TI, la persistencia de prejuicios sigue obstaculizando este potencial período de avance.
En general, todo apuntaba a que el confinamiento provocaría un cambio positivo de la industria en la lucha por la igualdad de género. Al igualarse las condiciones desde una perspectiva social y de planificación familiar, se eliminarían los estereotipos tradicionales en torno a la disponibilidad y la duración de la carrera profesional de la mujer. La pandemia de COVID provocó que las empresas tuvieran que adaptarse a esta nueva norma de la noche a la mañana y, en cierta medida, esta predicción ha dado lugar a avances positivos en términos de la mentalidad general de la industria.
El nuevo informe de Kaspersky “Mujeres en TI, ¿en qué momento estamos? Evolución de las mujeres en la tecnología” muestra que casi un tercio (30%) de las españolas que trabajan en la industria tecnológica prefieren trabajar desde casa a hacerlo en la oficina. Un porcentaje similar señaló que trabajan más eficientemente de esta forma, y casi el 40% de ellas destacó que el teletrabajo les brinda mayor autonomía.
Y ello a pesar de que un 34 por ciento considera que es más probable que la tan necesaria igualdad de género se logre a través de estructuras de trabajo remotas. Sin embargo, las estadísticas más preocupantes de este informe destacan que el potencial que aporta el teletrabajo para las mujeres en el mundo TI no se corresponde con lo que realmente ocurre al teletrabajar. De hecho, 4 de cada 10 profesionales españolas del sector TI reconoce que ha hecho un gran esfuerzo por conciliar el trabajo y la vida familiar desde marzo de 2020.
Si se profundiza más, encontramos las razones de este desequilibrio. Cuando se preguntó a las mujeres españolas sobre las tareas cotidianas que están perjudicando su productividad o su desarrollo laboral, el 47% señaló haberse ocupado de las tareas de limpieza en el hogar en comparación con el 34% de los hombres y el 49% de la educación de los hijos frente al 42% de los hombres. Asimismo, el 43% de las mujeres han tenido que adaptar su horario de trabajo para poder cuidar de la familia. Como resultado, el 41% de las mujeres españolas considera que los efectos de COVID-19 han retrasado, en lugar de mejorar, el desarrollo de su carrera profesional.
"El efecto de la pandemia difiere ampliamente para las mujeres. Algunas valoran la mayor flexibilidad y el evitar los desplazamientos desde casa a la oficina, mientras que otras declaran estar al borde del agotamiento. Es primordial que las empresas se aseguren de que sus managers estén alineados con su estrategia para prestar apoyo a aquellos empleados que necesitan cuidar a sus hijos", comenta la Dra. Patricia Gestoso, jefa del Servicio Científico de Atención al Cliente de BIOVIA, ganadora del premio Women in Software Changemakers 2020, y miembro destacado de la red de mujeres profesionales, Ada's List.
"La otra tendencia significativa que se ha acelerado con la pandemia es la coexistencia de empleados remotos e híbridos dentro de la misma organización. Esto puede ser un desafío para las mujeres que trabajan a distancia, ya que pueden tener menor acceso a los altos directivos que están en las oficinas y disminuir sus posibilidades de ser consideradas para el tipo de tareas que llevan a los ascensos. Los empleadores deben ser conscientes de esas desventajas y planificar en consecuencia para minimizarlas".
Aunque estos ejemplos de desigualdad no son específicos de la tecnología, apuntan a una barrera que está impidiendo a las mujeres aprovechar el cambio hacia el teletrabajo iniciado el año pasado. Hasta un 39% de las mujeres españolas que trabajan en el sector de las TI (en comparación con el 30% de los hombres) creen que un entorno de trabajo igualitario sería lo mejor para el desarrollo profesional, y un 34% piensa que el teletrabajo es una forma óptima de lograr esa igualdad. El sector tecnológico debería aprovechar este impulso para facilitar el cambio de los estereotipos sociales en los meses y años venideros.
Merici Vinton, cofundadora y CEO de Ada's List, añade: "Las empresas deben señalar, tanto desde su cultura como desde su política corporativa, que darán a los padres trabajadores de ambos sexos la flexibilidad que necesitan durante esta etapa del COVID (y más allá). Las compañías necesitan comprender que la equidad sí importa y que el hecho de tener mujeres que lideren, equipos con mayoría femenina y mujeres en las entrevistas demuestra que hay espacio para ellas en su empresa. Por último, vemos que muchas empresas de éxito se asocian con organizaciones femeninas que suponen desafío, impulso e inspiración a sus empleados".
"Si el mundo de la tecnología toma la delantera y asegura un entorno más flexible y equilibrado para las mujeres, esto se convertirá en norma más rápidamente, y es más probable que desencadene un cambio en la dinámica social. Esto no se producirá de la noche a la mañana, pero hay señales de que las mujeres se sienten más capacitadas para exigir con razón esta forma de trabajo. Para avanzar como industria debemos aprovechar este impulso, extraer los aspectos positivos de la transición del año pasado al trabajo flexible y ser un catalizador para un cambio social más amplio", concluye Evgeniya Naumova, vicepresidenta de la Red Global de Ventas de Kaspersky.