Se desacelera el sector IT pero se impulsa la cultura digital
El Estado de Alarma provocado por la crisis sanitaria, independientemente del final de la llamada desescalada, ha traído al sector tecnológico unas de cal y otras de arena.
En general, el mercado IT se ha visto afectado de forma negativa, de manera especialmente crítica en las áreas de hardware, servicios externos de TI y Business Services. Pero también ha habido ámbitos del segmento digital que se han visto favorecidos, y que a su vez han favorecido el sostenimiento de otros sectores afectados por la crisis.
Así ha ocurrido, por ejemplo, debido a la necesidad de recurrir al teletrabajo, que además ha incidido directamente, sin ir más lejos en el orden actual de prioridades, en la medicina, como también lo ha hecho en la educación. Por otro lado, se ha incrementado el ecommerce, así como el entretenimiento online, lo que ha llevado a la necesidad de que también respondieran, como así lo han hecho, las redes de telecominicaciones.
En la presentación de su Estudio del Impacto de COVID-19 en la inversión TIC en España, en el que se ha entrevistado a 130 directores generales y decisores de TI, la consultora IDC Research España ha revelado una desaceleración del gasto tecnológico del 1% en el primer trimestre del 2020, al tiempo que confirma que la eficiencia en las operaciones y las soluciones de continuidad de negocio son en la actualidad, la principal prioridad de inversión de las empresas.
“La pandemia ha supuesto un impacto sin precedentes en todos los sectores sin excepción, por ello y por el papel protagonista que tiene nuestro sector, el tecnológico, en la capacidad de adaptación de las empresas, hemos visto la necesidad de conocer la opinión de los directivos de TI y las principales unidades de negocio. En el estudio contamos con la representación de todos los sectores económicos y contiene información detallada por tipo de empresa y tamaño, ya que los efectos varían en función de la problemática de cada organización”, ha resaltado Jorge Gil, Director General de IDC Research España.
El estudio confirma que si bien los servicios externos de TI, Hardware y Business Services han sido las áreas de gasto que más se han visto impactadas negativamente por COVID-19, la noticia positiva es que las herramientas de colaboración, servicios en la nube y dispositivos han experimentado un impacto positivo en este periodo de pandemia.
El estudio de IDC Research España se ha estructurado en cuatro áreas: impacto de COVID-19 en los procesos de negocio y facturación, Impacto deCOVD-19 en el gasto de TI, gestión del trabajo en remoto y cambios en la cultura digital de la organización, con el objetivo de abordar la diferente intensidad con la que la pandemia está afectando al mercado. Además, se ha hecho un foco especial en la perspectiva de ingresos para 2020, los efectos en el gasto de TI, la gestión y uso de políticas de Smart Work y el cambio en la cultura digital de las organizaciones.
El principal hallazgo de esta investigación se resume en que el impacto de COVID-19 acelerará los procesos de transformación digital de las empresas, habilitándolas a reaccionar mejor y más rápido a los cambios del entorno. Lo confirma el dato de que el 47% de las organizaciones encuestadas han declarado que mantendrán las políticas de Smart Work en la vuelta a la normalidad.
Desaceleración del gasto TI
Las previsiones de IDC previas a la pandemia presentaban un crecimiento del gasto de TI empresarial del 2,8% para Europa respecto del año 2019 que se ha visto reducido hasta el 1,4% según sus últimas estimaciones. En el caso concreto de España, se ha seguido la senda Europa de desaceleración, presentando una contracción del gasto de TI que hace que el gasto pase del 1,9% al 0,9%.
Un segundo hallazgo de este estudio es que el gasto de TI en su conjunto se está viendo reducido fundamentalmente por la bajada de ingresos, lo que no va a impedir que ciertas categorías de gasto se van impulsadas de manera positiva.
Así, según IDC, la desaceleración del gasto ha venido acompañada de una redistribución del mismo en las diferentes categorías e industrias. En líneas generales, servicios personales y de consumo, transporte y de manera muy visible el turismo, han sido aquellas industrias en España donde el impacto de la pandemia ha sido más visible, en gran medida por ser sectores tractores de la economía.
Por el contrario, otras industrias como la sanitaria o incluso la propia administración pública deberán acelerar sus inversiones digitales a medida que vayamos superando la pandemia, con un previsible incremento en la infraestructura, la incorporación de automatización de procesos e incorporación de la inteligencia artificial o el uso intensivo de herramientas de colaboración.
“En los últimos dos meses hemos podido ver diferentes soluciones y casos de uso, como videoconferencia y plataformas de aprendizaje, entre otras, que han permitido a las empresas tener continuidad de negocio, amortiguando el efecto que la pandemia ha provocado en la economía y la sociedad en general”, ha explicado José Antonio Cano, Director de Análisis y Consultoría de IDC Research España.
El 73% de las empresas han reconocido un fuerte impacto en las ventas
El impacto en las ventas, la rotura de la cadena de suministro y las dificultades para el trabajo en remoto han sido las preocupaciones principales para las empresas españolas durante este periodo de confinamiento.
Casi tres cuartas partes de las empresas reconocen que el impacto en las ventas ha sido muy importante, con una cancelación de pedidos del 30%, una reducción de pedidos del 48% y la paralización de las inversiones en un 23%, hasta tener claro el devenir del mercado en los próximos meses.
La empresa española ha sabido reorganizarse internamente
Si bien hasta el brote del coronavirus las organizaciones seguían trabajando en silos y sumando iniciativas interdepartamentales, el estado de alarma ha provocado que la mayoría de las empresas en España hayan adoptado políticas de teletrabajo. En algunos casos ya se disponía de cierta política al respecto (y por tanto la pandemia ha reforzado los procesos de trabajo en remoto de estas organizaciones) o bien se ha implantado la propia necesidad de garantizar la continuidad de negocio en aquellas industrias en las que ha sido posible, como reconocen el 52% de las empresas consultadas.
“La gestión de la pandemia en las organizaciones se ha llevado de manera ágil e interna, debido a la necesidad de actuar de manera rápida al virus. La colaboración e involucración de todos los departamentos de la empresa ha sido necesaria para garantizar la continuidad del negocio en las primeras fases de impacto del virus”, confirma José Antonio Cano.
El mayor desafío no obstante se encuentra principalmente en la ciberseguridad y, en segundo lugar, en la implantación de políticas de Smart Working, dado que la necesidad de movilizar y transformar el puesto de trabajo para garantizar el negocio ha impactado en los primeros momentos de la pandemia en la continuidad del negocio.
El Smart Working ha venido para quedarse
Una de cada dos empresas encuestadas confirma que va a seguir manteniendo sus políticas de trabajo después de que pasen los efectos de Covid-19.
En el periodo de desescalada el foco de las organizaciones se centra en la continuidad del negocio, la automatización como vía para lograr eficiencias y la reducción de costes, así como la búsqueda de nuevas vías de interacción y colaboración entre empleados y proveedores para poder llegar con una propuesta de valor diferencial al cliente.
Como conclusión final, la mayoría de las empresas considera que el Smart Working ha venido para quedarse, aunque su implementación dependerá del grado de madurez de las mismas, de la industria en la que opera la empresa o según roles y posiciones.