A pesar de los desafíos económicos actuales en muchas partes del mundo, las suscripciones globales a la tecnología 5G siguen en camino de superar los mil millones a finales de este año y los cinco mil millones a finales de 2028.
Amigos pulperos, esta vez sí que sí: Hemos dado con el juego cómico definitivo usando una aplicación online tan popular como el traductor de idiomas de Google. Ni vaciles al lenguaje predictivo de su servicio de correo electrónico, ni conversaciones con alguna inteligencia artificial como la de GPT – 3. Esto sí que da juego, pero bien.
La adopción de la factura electrónica avanza a pasos agigantados tanto en España como en toda Europa.
El papel de los marketplaces en el panorama del comercio electrónico ha aumentado considerablemente en los últimos años.
El cliché de las tendencias tecnológicas para el año que está cercano a comenzar suele conllevar conceptos que en realidad ya hemos escuchado previamente. Puede que de cara a 2023 ocurra lo mismo con varios de ellos, pero quizás haya otros que, conocidos o no, vayan a establecerse definitivamente antes de lo esperado.
Estamos de lleno en la época de mayor volumen de compras a través de Internet de todo el año, y eso supone que los riesgos para la ciberseguridad también alcanzan los niveles más altos para los consumidores.
El 64 por ciento de las personas hacen compras online varias veces al mes, por lo que se prevé que muchos regalos navideños se compren a través de Internet.
A medida que los profesionales sanitarios utilizan dispositivos digitales, como los sistemas de diagnóstico y monitorización, los equipos de ambulancia y los robots quirúrgicos para mejorar la atención al paciente, la seguridad de dichos dispositivos es tan importante como su función principal.
Agitaciones en aplicaciones de redes sociales veteranas como Twitter y Facebook e incursiones exitosas de plataformas más recientes como Tiktok y BeReal están cambiando el panorama del sector.
La entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos, RGPD, en mayo de 2018 sentó las bases para una nueva era de legislación dirigida a la mayor protección de los consumidores. Principios básicos como el consentimiento inequívoco, la minimización de los datos, la limitación de la finalidad y el derecho de oposición habían incorporado a la legislación las mejores prácticas en materia de datos.
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