¿Cuánto tiempo le queda al pago en efectivo, si es que llega a desaparecer?
Hace poco conocimos una iniciativa del Gobierno de cara a la progresiva desaparición de los pagos en metálico. Lo que parece un intento por forzar lo que ya estaba ocurriendo de manera natural con la aparición de los nuevos métodos digitales de pago, parece motivado por la nueva situación sanitaria en la que evitar los contactos, pero al mismo tiempo choca con la falta de costumbre en ciertos ámbitos. Quizá quede menos de lo que creemos para que las monedas queden relegadas a su uso para jugar a los chinos. O quizá sea al revés. Las nuevas tecnologías han supuesto un cambio en nuestros hábitos, desde la forma en la que nos comunicamos hasta el modo en que compramos, pasando por cómo realizamos nuestros pagos. Pero ¿es posible provocar de forma dirigida la eliminación del efectivo?