Continuamos con el tutorial que iniciamos la semana pasada, y que de momento no tiene futuras entregas, aunque esperamos que pronto las haya, acerca de los pasos a seguir para introducirse de lleno en el maravilloso mundo de los videojuegos. Porque, hay amigos, también para jugar hay que currárselo.
Con una mirada optimista puesta en 2022, reflexionamos sobre todo lo que hemos aprendido en el último año con la pandemia y vaticinamos cómo todo lo aprendido afectará a las tendencias tecnológicas del mañana.
La presencia de dispositivos conectados, más allá de los contextos laborales o de aprendizaje formal, es un hecho que envuelve lo cotidiano de casi todas las familias.
Tal vez no estemos transitando precisamente el campo cinematográfico, que es el que Carlos Boyero más frecuenta, ya que últimamente nos ha dado por las series en esta sección. Pero por un lado es lo que está de moda, por otro nos quedaba pendiente tocar el documental, y finalmente queríamos tratar algo de lo que solemos hablar en este blog (por aquello de nuestro espíritu lúdico), que son los videojuegos.
En España, los juegos de PC en los que se detectó mayor incidencia de ataques en el periodo analizado fueron Minecraft, Los Sims 4, PUBG Battlegrounds, Fornite y Rocket League.
Nunca se sabe cuándo puede llegar ese momento en el que uno quiere dar el salto al maravilloso mundo de los videojuegos, o bien cómo actualizarse al estado actual del mismo tras una pausa de muchos años desconectado (por ejemplo viejas glorias de los 8 bits que, una vez jubilados y/o emancipados sus hijos quieren vivir una segunda juventud).
El dominio de los motores de videojuegos, los lenguajes de programación y el diseño de niveles son algunas de las habilidades necesarias que hay que tener en cuenta en la creación de videojuegos.
El mercado actual está cambiando, y las empresas españolas saben que para ser competentes en sus sectores deben transformarse digitalmente.
Los juegos de deporte y acción siguen dominando en España con más de un 20 por ciento de cuota cada uno.
Parece que hoy nos toca ponernos en plan proteccionista paternal, así que esperamos que no se nos malinterprete como haters del mundo gamer. Nada más lejos de la realidad, porque aunque es verdad que varias veces hemos hablado de los problemas de las adicciones tecnológicas, no es menos cierto que son muchas más las que hemos hablado de los videojuegos en plan bien.
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