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Preocupa la estabilidad de los Challenger Banks
Los consumidores muestran un creciente interés por los Challenger Banks, aunque manifiestan su preocupación ante su estabilidad a largo plazo.
Los consumidores muestran un creciente interés por los Challenger Banks, aunque manifiestan su preocupación ante su estabilidad a largo plazo.
No queremos pasarnos de optimistas en una situación tan complicada, a la que además le falta todavía mucho por encauzarse y resolverse medianamente, pero el caso es que seguimos recibiendo datos relativos al Sector IT que invitan a ese optimismo. Obviamente la síntesis general es que el sector IT también se ha desacelerado, pero de momento está lejos de hundirse. Si todo esto es una tormenta de primavera, en la que por ejemplo ha llovido spam a cántaros, también nos han mostrado análisis según los cuales el mercado laboral tecnológico ha capeado el temporal, y ahora sabemos también que las adjudicaciones públicas de proyectos tecnológicos han soportado el chaparrón dignamente. Ni tan mal.
Las empresas de distribución, con independencia de su tamaño, han ganado un protagonismo extra durante la Covid-19. Las ventas online y la imposibilidad, primero, de salir a la calle a comprar, y la comodidad del servicio “a domicilio”, después han hecho que muchas empresas hayan mejorado sus ventas, incluso, en un momento, en el que las condiciones no han acompañado.
Las pequeñas y medianas empresas, en general, están mostrando su flexibilidad y capacidad para responder en positivo ante unas circunstancias tan desfavorables como las que impone la crisis del Covid-19.
Más de la mitad de las pequeñas y medianas empresas españolas que utilizan servicios en la nube están localizadas actualmente fuera de los grandes núcleos urbanos de Madrid y Barcelona. ¿La España vaciada se llena?
La inversión en Blockchain en España llegará en 2020 a 103,5 millones de dólares y alcanzará los 377,7 millones de dólares en el año 2023.
Esta semana ha quedado aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados la esperada y polémica tramitación para establecer un impuesto digital en España. Tras meses en los que casi la única preocupación para el gobierno y la oposición era la crisis sanitaria, y sin que ésta haya dejado de ser la prioridad, empiezan a regresar a la palestra de la política asuntos tecnológicos aparcados desde hace tiempo, pero que en su momento ocuparon las portadas de la prensa generalista por la importancia que tienen para la sociedad. El más candente es sin duda el de la llamada tasa Google, ante la cual nuevamente las asociaciones del Sector IT han vuelto a mostrar su rechazo.
Cuando repasamos los empleos del sector IT más solicitados durante la crisis del coronavirus, vimos que las profesiones de este segmento se habían vuelto más atractivas al poderse ejercer con el teletrabajo y aportar soluciones en un tiempo de necesidad de digitalizar los negocios.
Cada vez resulta más difícil escapar del mantra que nos convence de la reactivación del trabajo y el impulso de la economía a través de la transformación digital.
Doce años después de la crisis financiera mundial, nos enfrentamos a una situación desconocida. Un tsunami sin precedentes que ha confinado a millones de personas en sus hogares, sacudido las bolsas, cerrado empresas, mercados, restaurantes y calles, paralizando nuestras economías.
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