...y Verizon finalizó el culebrón de Yahoo
Yahoo nos ha tenido en ascuas desde hace meses, siendo su venta la más esperada del sector tecnológico durante lo que llevamos de 2016 e incluso ya a finales de 2015. Mientras se iban produciendo otras adquisiciones, alguna de ellas especialmente sonada como la de LinkedIn por Microsoft, el otrora líder de Internet seguía sin concretar su futuro mientras surgían rumores de todo tipo. Finalmente las apuestas han acertado, ya que ha sido Verizon, la que más se esperaba, quien se ha llevado el gato al agua.
Este lunes, el gigante de las telecomunicaciones con sede en Nueva York, Verizon, anunciaba oficialmente que había llegado a un acuerdo con Yahoo para comprar los servicios web de la compañía de Internet, incluyendo el portal de noticias Yahoo News, el correo electrónico Yahoo Mail, la plataforma móvil, la publicidad online y los vídeos. Todo ello, con la idea de ser integrado en la filial de Internet de Verizon, AOL, adquirida también por la neoyorquina en 2015.
Es curioso destacar que deja de ser independiente lo más popular de Yahoo, pero no su mayor activo económicamente hablando. De hecho, aunque Yahoo llegó a valer 100.000 millones de dólares antes de la burbuja de las puntocom en el año 2000 (parte de la razón de su caída), y Microsoft llegó a ofrecer por la compañía 44.600 millones hace 8 años (cuánto deben haberse arrepentido de rechazarlo), la actual operación será por “apenas” 4.830 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros), cantidad elevada para la mayoría, pero casi ridícula en comparación con lo que llegaron a ser. Pero, como hemos empezado diciendo en este párrafo, Yahoo sigue teniendo en propiedad tanto sus participaciones en Alibaba como Yahoo Japan, así como su cartera de patentes, que seguirán siendo suyas, y cuyo valor bursátil total es de 36.000 millones de dólares.
Una vez que se cierre la operación, lo que se espera concretar en el primer trimestre del año próximo tras la aprobación de los organismos reguladores, Yahoo no desaparecerá como marca, aunque es previsible que se diluya aún más en el olvido, como ha ocurrido con otros casos similares anteriores. Varios medios han publicado que, en cualquier caso, el actual director de AOL, Tim Armstrong, se encargaría de liderar esa próxima Yahoo, lo que según The New York Times supondría el abandono de la firma por parte de su actual CEO Marissa Mayer. Sin embargo, la propia Mayer ha publicado en su blog que "mi plan, personalmente, es quedarme".
Así pues, antes de irnos de vacaciones, justo a tiempo podemos al fin dar cuenta del último episodio de un culebrón que ha durado meses, consecuencia de una decadencia aún más prolongada de una de las empresas pioneras de Internet. Una caída en la desgracia que muchos achacan a una falta de innovación tecnológica, con la que no han podido hacer frente a los grandes competidores como Google, Microsoft o Facebook. En una era en la que las grandes tecnológicas copan los primeros puestos de las compañías más valiosas, la que fuera líder ha acabado engullida por el mercado.