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Cómo detectar las tres estratagemas más habituales en las ciberestafas

Cómo detectar las tres estratagemas más habituales en las ciberestafas

Los cibercriminales siguen aprovechando la inmediatez de Internet y la vulnerabilidad de muchos de sus usuarios para acometer fraudes online.

El cibercrimen ha aumentado exponencialmente en los últimos años: según el Informe sobre la Cibercriminalidad en España del Ministerio del Interior, en 2021 se produjeron 305.000 ciberdelitos, un 6,1% más que el año anterior. El banco online N26 advierte que, en tiempos de incertidumbre económica como el actual, existe un mayor riesgo de que aquellas personas más vulnerables o en situaciones desesperadas caigan en las estafas urdidas por los ciberdelincuentes.

La entidad ha dado a conocer las tres principales tendencias en ciberfraude y explica cómo identificarlas para evitar al usuario problemas que pueden ir desde la pérdida de fondos hasta cargos penales.

Estafas de inversión

Los fraudes de inversión se encuentran entre los más comunes a día de hoy. Tan solo en 2021, este tipo de ciberestafa resultó en la pérdida de más de 1.600 millones de dólares a nivel global. Los delincuentes atraen a sus víctimas con la promesa de grandes ingresos, dinero rápido o rendimientos garantizados. Para ello, publican anuncios falsos en la web o envían e-mails al usuario, normalmente seguidos de otra toma de contacto por parte de unos supuestos ‘asesores’ que piden a la víctima que transfiera el dinero a una cuenta bancaria. En ocasiones, comparten un enlace a una falsa plataforma de inversión o banco.

Los estafadores asumen distintos roles, siendo uno de los más comunes el del inversor internacional de éxito, que anima a sus objetivos a invertir en plataformas comerciales que, aunque parecen convincentes, resultan ser fraudulentas. Otro tipo de estafa de inversión común es la denominada ‘pig butchering’ (‘matanza de cerdos’ en inglés), en la que los estafadores establecen una (falsa) relación romántica con la víctima, con la que suelen contactar a través de plataformas de citas. Pueden llegar a invertir semanas o meses hasta embaucar a su objetivo. Luego, le presionan para que este envíe dinero o criptomonedas para invertir.

Desde N26 alertan que si una oferta de inversión parece “demasiado buena para ser verdad” es porque seguramente sea falsa. Asimismo, el banco móvil insta a aceptar solo consejos de inversión de profesionales cualificados y nunca a través de una plataforma de citas o de las redes sociales.

‘Money muling’: lavado de dinero a través de ‘mulas’

El ‘money muling’ (‘mulas de dinero’ en inglés) es un tipo específico de blanqueo de capitales. Los delincuentes ofrecen a sus objetivos ganar dinero de forma fácil a cambio de guardar o transferir fondos de origen potencialmente ilícito a través de la cuenta bancaria personal de la víctima. En muchas ocasiones, los objetivos no llegan a ser conscientes de que han sido utilizados como “mulas” para el blanqueo de capitales, pero aún así pueden enfrentarse a cargos penales al haber participado en un delito. Al fin y al cabo, el dinero transferido a través de su cuenta puede proceder de actividades ilegales, como el tráfico de drogas, la trata de personas o el terrorismo. Según el informe MC Muling, cada año se blanquean 2.000 millones de dólares con esta práctica.

N26 advierte del peligro de aceptar dinero de desconocidos o contactos online a los que no se conoce en persona, sobre todo cuando piden ayuda para hacer llegar fondos a terceros, aunque a veces ofrezcan a la víctima quedarse con parte de los beneficios. También deben saltar las alarmas si este contacto pide al usuario abrir una cuenta bancaria a su nombre o al de una empresa para recibir y transferir dinero.  Según N26, la clave es evitar los anuncios y ofertas que hagan un uso excesivo de términos como “pagos instantáneos” o “bajo riesgo”, o incluyan imágenes asociadas al dinero o la riqueza.

Falsas ofertas de empleo

Como consecuencia de la incertidumbre económica, muchas personas en situación de vulnerabilidad buscan alternativas para ganar dinero o se ven en la necesidad de buscar rápidamente un nuevo empleo. Los estafadores se aprovechan de estas circunstancias publicando falsas ofertas de trabajo en plataformas oficiales, en redes sociales o vía e-mail. El problema es que los delincuentes se anuncian a través de los mismos canales que los empleadores legítimos, prometiendo un empleo, cuando en realidad su objetivo es el dinero y la información personal de la víctima. En 2022, el fraude de las ofertas falsas de empleo resultó en la pérdida de 68 millones de dólares, un serio indicador del impacto financiero al que se enfrentan los clientes europeos.

N26 matiza que estas estafas pueden tomar distintos formatos. En primer lugar, la estafa de la prueba de aplicaciones, por el que los delincuentes, haciéndose pasar por compañías o entidades financieras, prometen al usuario bonificaciones por abrir una cuenta a modo de prueba. Para ello, solicitan la información personal y financiera del objetivo. Las víctimas de estos ataques suelen revelar estos datos porque creen que están solicitando un puesto en la empresa o porque la naturaleza del trabajo así lo requiere. Sin embargo, disponer de todos los datos relevantes permite a los estafadores utilizar la cuenta de la víctima con fines delictivos, todo ello en nombre de la víctima.

En segundo lugar se encuentra la estafa piramidal, por el que los estafadores recompensan a las personas por captar a otras para un negocio que ofrece un producto inexistente. Los participantes son llamados a anunciar un producto o servicio a otros consumidores, que luego harán lo mismo en su entorno. Cuantas más personas capten, mayor será su recompensa económica. Normalmente el producto ni siquiera existe, y a las víctimas de este fraude se les suele exigir una inversión o el pago de una cuota de entrada bastante elevada.

Por último, N26 destaca los peligros de las estafas de ofertas de empleo fraudulentas. Los delincuentes falsifican la web de una compañía legítima y publican ofertas de empleo falsas en bolsas de trabajo populares que redirigen a los solicitantes a las webs falsas. Los estafadores solicitan a las víctimas información personal como el NIF o números de tarjetas de crédito. En ocasiones, instan al candidato a pagar por adelantado formaciones laborales, equipos de trabajo, etc. Otras señales de peligro son los salarios significativamente superiores a los habituales para el puesto o si el reclutador ofrece el puesto de trabajo muy rápidamente, sin entrevistar al candidato o pedir referencias. N26 destaca que una buena práctica para evitar esta estafa es buscar la web de la empresa real y compararla con el anuncio potencialmente falso, así como la información del supuesto reclutador.

N26 reivindica el rol de las entidades financieras a la hora de informar y proteger al cliente de los estafadores, sobre todo en un contexto de tensión económica en el que ciertas personas en situación de vulnerabilidad pueden ser susceptibles de caer en estos fraudes. La clave es no proporcionar información personal o financiera, ni aceptar consejos de inversión de gente que establezca contacto vía email, foros o redes sociales, y de los que no se pueda verificar su identidad, así como certificar la legitimidad de las webs antes de introducir datos personales.


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