Lecciones de TI que nos ha dejado la pandemia
Para alivio de muchos, las vacunas para la Covid-19 están ya listas. Sin embargo, el daño que ha dejado la pandemia, tanto económico como personal, tardará mucho en sanar.
En el mundo empresarial ninguna compañía ha quedado indemne, el año pasado ha sido una época difícil incluso para el sector de las tecnologías de la información, normalmente muy resistente ante los desastres.
A pesar de la cantidad de desafíos que nos trajo la pandemia, en ManageEngine consideran que en el sector se han aprendido algunas lecciones valiosas que la compañía quiere compartir:
La tecnología de TI debe estar al frente de las empresas
Durante años, se consideró erróneamente que la tecnología de la información era una función secundaria, que existía únicamente para apoyar el negocio; sin embargo, a medida que la tecnología dictaba el curso de los dos últimos decenios, la TI se estableció como una función básica del negocio, por no decir imprescindible. Además, como ha demostrado el año pasado, las empresas que prosperaron fueron las que hicieron inversiones tecnológicas prudentes de cara al futuro. Después de todo, fue el personal de TI el que estuvo al frente de la transformación digital desenfrenada que se produjo cuando la pandemia sacudió a las empresas, permitiendo a estas continuar sin problemas, ya que la mayoría de sus empleados trabajaban a distancia. Hay mucho que aprender de las empresas que lo hicieron bien y salieron indemnes.
Planificación y preparación, esencial para las empresas
Los negocios deben estar diseñados para ser resistentes, tanto en cómo responden a las situaciones difíciles, como en cómo son capaces de recuperar después de una caída. A través de la cuidadosa planificación de la recuperación en caso de desastres y asegurar la continuidad de los negocios, las organizaciones pueden evaluar adecuadamente sus niveles de resiliencia. Mediante la realización frecuente de simulacros de interrupciones, las empresas pueden asegurarse de que están preparadas para cualquier cosa. Para mantenerse al día con los cambios tecnológicos, las organizaciones necesitan tomar riesgos calculados, y es importante hacer cualquier ajuste necesario en el modelo de negocios si se detecta alguna vulnerabilidad. A medida que las empresas crecen, su capacidad de mantenerse ágiles disminuye gradualmente, y a menudo sin que nadie se dé cuenta de que está pasando. Una vez más, es vital que también se puedan hacer ajustes en tiempos de catástrofes. Las empresas que se pudieron enfrentar a la difícil situación de este año fueron aquellas que fueron lo suficientemente ágiles como para alterar rápidamente sus modelos y procesos.
Integrar tecnologías de la nube
La pandemia destruyó las operaciones convencionales de TI y los procesos asociados. En aras de la continuidad del negocio, las empresas se vieron obligadas a modificar su infraestructura de TI en las instalaciones para facilitar un mayor acceso remoto. Por una parte, las organizaciones que no estaban preparadas para esos cambios repentinos se volvieron vulnerables a problemas de seguridad y adaptación que amenazaban con ahogar el crecimiento. Por otra parte, las empresas que adoptaron una sólida estrategia que aprovechaba las tecnologías de la nube se vieron mucho menos afectadas por la pandemia. La nube permite añadir y eliminar dinámicamente la infraestructura virtual, lo que a su vez permite atender cualquier demanda sin comprometer la postura de seguridad de los servicios.
La seguridad de los puntos finales es clave
La afluencia de dispositivos de IoT en los últimos años alteró el espacio de gestión de los puntos finales; sin embargo, la pandemia cambió aún más el panorama de las operaciones comerciales, y ha hecho que la seguridad de los puntos finales sea aún más importante. En el panorama posterior a la Covid, las empresas deben adoptar un entorno de trabajo híbrido: un entorno que pueda acoger no solo a quienes acuden regularmente a la oficina, sino también a los empleados que trabajan desde casa y a los usuarios itinerantes. Mientras que las compañías de ciberseguridad continúan adaptándose a las necesidades de ciberseguridad de las empresas, el trabajo a distancia ha dejado claro que la seguridad de los puntos finales sigue siendo la base sobre la que deben desplegarse todas las políticas de seguridad adicionales.