La Industria 4.0 confirma su arranque impulsada por la crisis
Diseñar una estrategia que permita cimentar una nueva economía, más robusta, resiliente y basada en una digitalización que equilibre conectividad y privacidad, así como la descarbonización, son los grandes retos de la industria española en la realidad a partir de la pandemia de la COVID-19.
La Cátedra de Industria Conectada de Comillas-ICAI (CIC) ha constituido un focus group con sus empresas patrono analizado los efectos de la Covid-19 en la industria y la economía, y los posibles factores de recuperación de la industria y la economía.
La crisis derivada de la pandemia y de la parada abrupta de la actividad económica ha provocado una serie de cambios en los patrones de consumo, en el propio tejido industrial, así como un desplazamiento del equilibrio económico mundial. Por este motivo, en su primera sesión, el focus group de la CIC ha elaborado un informe que recoge los resultados de analizar diferentes cambios en:
1. El consumidor. Existe una tendencia a la digitalización del consumidor, una deriva hacia un consumidor 4.0. La llegada de la crisis de la COVID-19 ha supuesto una aceleración en el consumo digital que en una escala de tiempo anual podría percibirse como una discontinuidad. El consumo online se ha visto incrementado entre un 25% y un 50% durante el confinamiento lo que ha acentuado la crisis del retail tradicional.
Los consumidores van a experimentas cambios profundos y van a modificar muchos de sus comportamientos. Por ejemplo, el uso de las nuevas tecnologías le ha permitido aprovechar mejor su tiempo. Un cambio que, sumado a los que se esperan, afecta a los modelos de negocio que tendrán que adaptarse.
2. El tejido industrial. Las empresas que superen las dificultades de financiación a corto plazo y que aprovechen la digitalización a largo plazo conseguirán liderar la transformación del sector.
El modelo productivo actual es sumamente dependiente del sector servicios, y la situación actual debe constituir un incentivo a buscar un mix productivo más resiliente. España precisa por tanto de un importante impulso de reindustrialización para recuperarse mejor y resistir eficazmente cualquier crisis. La actual pandemia ha mostrado un excelente ejemplo de economía resistente en Corea del Sur, un país con una fuerte base industrial.
3. El equilibrio entre globalización y relocalización. Se espera que la tendencia a la globalización se debilite y por tanto crezca la relocalización de medios de producción, y no sólo por la visión de que el origen de la pandemia haya estado en Asia. Ya antes de la crisis, la industria 4.0 favorecía la relocalización al reducir el valor competitivo de la mano de obra barata y de los crecientes costes de la energía y ambientales del transporte en las cadenas de suministro largas.
Con esta crisis el concepto de soberanía económica cobra fuerza, más si se tiene en cuenta el ejemplo de Corea del Sur. Para avanzar en la dirección de esta soberanía, se espera una fuerte tendencia de centralización de actividades para reducir los riesgos relacionados con la operación en determinadas regiones.
4. Compromiso entre privacidad y conectividad. La conectividad personal aumentará y se reducirán algunas barreras de acceso a datos personales. En esta crisis el uso de la geolocalización y analítica para el seguimiento de los contagios ha sido un elemento determinante en el éxito de algunos países en el control eficaz de la pandemia.
En este sentido, es importante buscar un equilibrio entre la visión que pueden tener las administraciones públicas sobre las posibilidades que abre la tecnología para mejorar la gestión de esta crisis y la visión de los ciudadanos, que pueden tener una percepción distinta sobre esas necesidades de seguridad. Hay que garantizar libertades, además de supeditar siempre y de forma clara cualquier iniciativa al bien común mayor.
5. Formas de trabajo, habilidades digitales y actitud frente a la digitalización. Teletrabajar no es simplemente trabajar desde casa. Es importante definir una etiqueta digital, que impida caer en dinámicas en las que la virtualización del trabajo conlleve una pérdida de las estructuras y equilibrios horarios y personales del trabajador.
Además, esta situación ha supuesto no sólo un aumento de las habilidades digitales de los trabajadores, sino un cambio de actitud, más positiva para afrontar nuevas formas de trabajar y de aprender a hacer las cosas de otra manera.
En esta primera sesión de trabajo, el focus group de la Cátedra de Industria Conectada de Comillas-ICAI, ha perfilado dos grandes retos para la industria:
1. La necesidad de diseñar una estrategia que permita cimentar una nueva economía, más robusta y resiliente. En el corto plazo, la caída del consumo, la pérdida de confianza y la falta de liquidez podrán recuperarse si fluye el crédito en primer lugar.
2. La descarbonización. La necesidad de adaptación de los sectores productivos a un modelo sin emisiones constituye una oportunidad para ayudar a revitalizar la economía y el proceso de recuperación. Para ello es necesario que la Administración establezca incentivos directos o indirectos (financieros o fiscales) a la Innovación en Procesos o Industria 4.0.
Todo ello sin olvidar poner el foco en las garantías normativas que ofrece la Unión Europea, evitando una estrategia de potenciación exclusiva de la industria regional.