Las tendencias que marcarán el mercado de networking en 2019
Extreme Networks ha hecho público un informe en el que analiza las principales tendencias en tecnologías de red y los elementos dinamizadores más importantes del mercado de networking en 2019. Entre ellos, se destacan:
1. Transformación digital: en 2019 muchas organizaciones van a continuar sus proyectos de transformación digital o va a abordar por primera vez dichas iniciativas, por lo que necesitarán invertir en tecnología de red para hacerlo posible. La red es el gran facilitador de las tecnologías digitales, y cualquier proyecto de transformación digital bien diseñado tendrá un apartado importante dedicado a la red. Según un informe de Forbes, la transformación digital, acelerada por la necesidad de mejorar la experiencia de usuarios y clientes, será la que redefinirá en último extremo el mercado de networking. Para mantener el ritmo, se desplegarán nuevas arquitecturas de red, ágiles y simples, que no obliguen a elegir entre seguridad y resiliencia.
2. Seguridad de red. La propia transformación digital está generando nuevos escenarios susceptibles de generar riesgos de seguridad. En un estudio realizado por Forbes y BMC a nivel mundial entre responsables de TI y de seguridad de grandes organizaciones, el 69% ha manifestado que la transformación digital está obligándoles a realizar cambios importantes en su estrategia de seguridad. Solo hay que pensar en tendencias como IoT, que han traído una mayor conectividad y también han ampliado la superficie susceptible de sufrir ataques, o las nuevas regulaciones sobre GDPR, que han venido a complicar aún más la gestión de la seguridad. Las nuevas tecnologías de red como la segmentación de aplicaciones y de red vendrán a ayudar a las empresas en la tarea. Implementada adecuadamente, la segmentación de extremo a extremo ha demostrado ser capaz de contener brechas de seguridad, proteger datos críticos e impedir movimiento lateral.
3. Análisis, “Machine Learning” e Inteligencia Artificial. El análisis de datos y las tecnologías de “machine learning” e inteligencia artificial tienen importantes aplicaciones en la red, desde la predicción y prevención de fallos a la seguridad, pasando por la gestión de usuarios, dispositivos y aplicaciones o la gestión inteligente de radiofrecuencia en redes Wi-Fi. Según un informe de la revista Network Computing, para el año 2021 más del 50% de la infraestructura de red corporativa utilizará alguna forma de inteligencia cognitiva y artificial para reducir costes, mejorar la eficiencia y gestionar riesgos.
4. Automatización. La automatización de tareas de gestión y configuración de red va a ir ganando terreno muy rápidamente en los próximos años. Según un informe de IDC, para 2021, más del 25% de los servicios de infraestructura incluirán capacidades autónomas y auto gestionables, para acelerar los resultados de negocio y reducir el riesgo de error humano. 2019 será el año de nuevas tecnologías de red que facilitan y automatizan la gestión. Las arquitecturas “fabric” están demostrando ser componentes efectivos a la hora de automatizar toda la red, reduciendo el aprovisionamiento manual y simplificando las operaciones de red.
5. Internet of Things (IoT). Internet de las Cosas es una de las tendencias tecnológicas actuales que más está impactando en la red. El aluvión de dispositivos conectados es especialmente significativo en sectores como distribución, industria o sanidad, sectores que en muchas ocasiones no disponían de infraestructuras de red especialmente modernas.
Dos de los principales problemas que presenta IoT con respecto a la red tienen que ver con la gestión de los mismos y con la seguridad. Gran parte de la dificultad de gestionar IoT viene de que se necesita un método sistemático de recolectar, almacenar y analizar los datos que se generan, ya sea para mejorar los procesos o alcanzar otros objetivos de negocio. En este punto, la tecnología de “machine learning” y el análisis de datos de red pueden ser valiosos aliados.
En cuanto a la seguridad, IoT plantea numerosos problemas. En primer lugar está el número de dispositivos. En la actualidad hay más dispositivos IoT en todo el planeta que personas. En segundo lugar, la producción en masa de dispositivos IoT de bajo coste, que carecen de mecanismos de seguridad propios. La estrategia de seguridad pasa entonces por el conocimiento y el control, utilizando tecnologías de red que nos proporcionen ambos: automatizar y securizar los dispositivos IoT cuando estos se conectan, y utilizar segmentación de red para aislarlos y reducir así la superficie de ataque.
6. Nuevo estándar Wi-Fi. Desde el punto de vista tecnológico, está ya en camino la siguiente evolución del estándar inalámbrico, 802.11ax (High-Efficiency Wireless). 802.11ax ofrecerá una tasa de trasferencia por usuario que cuadruplicará la del anterior estándar y está diseñado para entornos públicos de alta densidad de usuarios. También aportará mejoras en programabilidad, automatización e incluso capacidades “machine learning”.
Pero tan importante o más que las mejoras técnicas en capacidad es la gestión de la red para optimizar su eficiencia. Es imprescindible simplificar la operación de la red. Según un estudio de ZK Research, el 60% de los encuestados manifestaron que dedican al menos una cuarta parte de su jornada de trabajo en resolver incidencias en la red inalámbrica. En este sentido, cobrará importancia la migración de la gestión Wi-Fi a la nube. Las estrategias híbridas se convertirán en la norma, aquellas que permiten una solución combinada nube privada/on-premise y nube pública.
7. Edge Computing. Se trata de un desarrollo tecnológico en alza debido al aumento de dispositivos IoT y sensores. Esencialmente, edge computing puede describirse como una migración de los procesos de computación hacia la periferia de la red, lejos de puntos centralizados, con el fin de disminuir el volumen de datos que deben viajar desde el dispositivo/sensor al servidor, así como la distancia que esos datos deben recorrer. Esto reduce a su vez los costes de transmisión, la latencia y mejora la QoS. Según IDC, para 2020, el 45% de todos los datos generados por los dispositivos IoT serán almacenados, procesados, analizados y utilizados cerca o en el extremo de la red (IDC). A medida que la computación se descentraliza, cobrarán más importancia tecnologías de red optimizadas para flujos de tráfico transversales y/o comunicaciones bajo topología “mesh”.
8. Cloud, Multi-Cloud e Infraestructura como Servicio. El modelo Infraestructura-como-Servicio se va a convertir en el método preferido por las empresas para proporcionar recursos de TI tales como computación, almacenamiento y servicios de red, dada su gran escalabilidad. Los usuarios pueden demandar recursos a medida que los necesitan, haciendo que sea fácil provisionar servicios temporales o impredecibles. Los despliegues de cloud híbrida o multi-cloud van a aumentar rápidamente y se harán más habituales.
9. Sistemas Operativos de Red Virtuales y Contenedores. Las aplicaciones en contenedor van a cobrar protagonismo este año, a medida que se amplían sus escenarios de uso. La virtualización ha contribuido notablemente a allanar el camino a la tecnología de contenedores, que se basa en el concepto de desacoplar las aplicaciones de su correspondiente hardware. Comparados con las máquinas virtuales, los contenedores son un método mucho más ligero de ejecutar aplicaciones y servicios, dado que múltiples contenedores pueden compartir un único sistema operativo. Por tanto, es posible ejecutar de seis a ocho veces más contenedores que VMs sobre el mismo hardware. Debido a los ahorros de costes y las ventajas en eficiencia, muchas empresas están invirtiendo en tecnología de contenedores.