La transformación digital no sólo es consecuencia de los avances informáticos de las últimas décadas, sino que el contexto económico también impulsa en buena medida el cambio.
El interés por los últimos avances en Inteligencia Artificial, IA, crece de manera exponencial. El uso de sistemas como ChatGPT o la automatización de procesos son claros ejemplos.
Los consumidores muestran cada vez mayor satisfacción con el uso de la biometría.
El viernes pasado, los 27 estados miembros de la Unión Europea refrendaron el acuerdo histórico para una ley de IA conseguido dos meses atrás. Esta aprobación de la normativa, pese a ser un paso clave, no se convertirá en materia legislativa aplicable de forma completa hasta 2026.
La inteligencia artificial, IA, está cada vez más presente en nuestras vidas y la UE quiere regularla para garantizar mejores condiciones de desarrollo y uso de esta tecnología innovadora.
La innovación está a la orden del día. Las nuevas soluciones tecnológicas han llegado a todas las industrias. Y el sector de los pagos no es menos.
Vender el iris por veinticinco criptomonedas está de moda entre algunos jóvenes.
Los cibercriminales están desarrollando sistemas más sofisticados para vulnerar la identidad de los usuarios, superando incluso a la autenticación multifactor.
Únicamente la tercera parte de los equipos de ciberseguridad españoles utiliza la inteligencia artificial con el objeto de detectar ciberamenazas.
Mostramos un nuevo artículo de expertos en tecnología acerca de la nueva normativa sobre inteligencia artificial en la Unión Europea.
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