La monitorización y gestión remota de redes TI ahorra un 75 por ciento del tiempo para la resolución de problemas
Los nuevos datos publicados en el informe anual Network Barometer Report de Dimension Data revelan que la monitorización y la gestión remota automatizada reducen el tiempo para solucionar problemas de fallo en dispositivos de red en un contundente 75 por ciento.
En consecuencia, lleva 32 % menos tiempo reparar dichos dispositivos que los que no se gestionan de esta manera. Además, la investigación llevada a cabo este año demuestra nuevamente una fuerte correlación entre los fallos causados por los dispositivos y su etapa de vida útil.
De acuerdo con el Informe, las redes han continuado envejeciendo por quinto año consecutivo, lo que hace que el 53 % de los más de 70.000 dispositivos tecnológicos que fueron analizados sean antiguos u obsoletos (con un aumento del 2 % respecto del año pasado). También se produjo una leve caída en el porcentaje de dispositivos obsoletos (se redujo hasta el 9 % con respecto al 11 % del año pasado), mientras que el porcentaje de dispositivos que envejecen ha aumentado en un 4 %. El porcentaje de los dispositivos actuales analizados es el más bajo en tres años.
La investigación analizó las redes corporativas en organizaciones de todos los tamaños y pertenecientes a todos los sectores de la industria en 28 países.
Andre van Schalkwyk, responsable de Servicios de Consultoría de la Unidad de Negocios de Networking en Dimension Data, señaló: «Durante los siete años de historia del Network Barometer Report, el nivel de tolerancia promedio de dispositivos de red obsoletos presentes en las organizaciones ha sido de aproximadamente 10 %. Es muy raro que las organizaciones permitan que aumente por encima del 11 % antes de renovar los dispositivos pertinentes. La presunción más convencional era que se preveía una inminente actualización tecnológica general, pero nuestros datos demuestran que las organizaciones están renovando mayoritariamente los dispositivos obsoletos y está claro que desean aprovechar al máximo sus dispositivos antiguos (ya en el ciclo de fin de vida) por más tiempo que el previsto. Por lo tanto, las organizaciones enfocan sus iniciativas de actualización principalmente en tecnología que ha alcanzado etapas de vida útil críticas cuando ya no está disponible el soporte del proveedor», explica van Schalkwyk.
Basándose en su experiencia en la evaluación de la madurez del soporte operativo de las organizaciones, Dimension Data señala que en una escala del uno al cinco, alrededor del 90 % de las organizaciones aún se ubica en el primer o segundo nivel de madurez. Estos niveles se caracterizan por una falta de estandarización de sus procesos, falta de herramientas para resolución de problemas ad hoc, y existencia de roles y responsabilidades ambiguos para el personal de TI, lo que da lugar a un mayor estado de inactividad de la red y un incremento de los costes operativos. Este también es el motivo por el cual el 30 % de todos los incidentes de servicio aún se relacionan con errores humanos.
Van Schalkwyk destaca que unos procesos maduros de monitorización, soporte y mantenimiento permiten una tolerancia mayor de los dispositivos de red en fin de ciclo de vida. Esto demuestra la viabilidad de gestionar una red más antigua en general. «Esto sucede si existe suficiente visibilidad del estado del ciclo de vida de todos los dispositivos, una comprensión de su perfil de riesgo según su criticidad, viendo la infraestructura de forma global y gestionar proactivamente ese riesgo. En general, somos testigos de una creciente necesidad de gestión de red diaria más eficiente en todas las redes corporativas».
Otros puntos clave del Network Barometer Report 2015 que cabría destacar son:
• Se produjo una leve mejora en el estado de la seguridad de las redes este año: el porcentaje de dispositivos con al menos una vulnerabilidad se reduce al 60 % frente al 74 % registrado el año pasado. Este cambio se atribuye a la tendencia observada en las organizaciones que renuevan los dispositivos obsoletos con más vulnerabilidades identificadas como consecuencia de su antigüedad. Su reemplazo daría como resultado menores vulnerabilidades en toda la red.
• Pese a la tendencia general de aprovechar los activos al máximo, las organizaciones lentamente expanden las capacidades inalámbricas de sus redes. Sin embargo, el 74 % de los puntos de acceso inalámbrico son aún modelos antiguos que no permiten desplegar una estrategia de movilidad sólida. Además, la mayoría de los dispositivos de red aún no son aptos para IPv6, muchos de los cuales requerirían una simple actualización de software para lograrlo. Combinados, estos factores apuntan a organizaciones que aún no consideran estratégicamente el impacto de la movilidad empresarial, la colaboración y el Internet de las cosas (IoT) como deberían.