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La tecnología frente al envejecimiento poblacional

La tecnología frente al envejecimiento poblacional

La población envejece a pasos agigantados debido, fundamentalmente, a dos factores: la disminución de la tasa de natalidad con 7,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes, y el aumento de la esperanza de vida a su máximo histórico con 83,2 años, pero con pronóstico de buena salud hasta los 63,2 años.

Sin ir más lejos, en 2020 se produjo el mayor repunte de envejecimiento poblacional desde 2014, alcanzando el 125,7% (+2,4% con respecto a 2018). Lo que básicamente significa que se contabilizan 125 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

Las regiones más envejecidas de nuestro país son Asturias (224%), Galicia (202%) y Castilla León (201%) que cuentan con más del doble de población mayor de 64 años. Únicamente Ceuta (58%), Melilla (44%) y Murcia (87%) todavía cuentan con una mayor proporción de jóvenes.

El envejecimiento poblacional impacta directamente en las arcas del Estado

El impacto que ello tiene en las arcas del Estado es atroz, especialmente en nuestro país cuyo sistema sanitario público tiene una media de gasto de 1.593 euros por habitante. Además, hay que sumarle la presión sobre las pensiones cuyo gasto es del 12% del PIB. Y es que, de media, los españoles abandonan el mercado laboral a los 64,6 años (un 66% más en los últimos cinco años). Asimismo, el 40% de las candidaturas de los mayores de 55 años sigue descartándose en los procesos de selección.

Las previsiones no son buenas: un informe de la agencia de calificación norteamericana Moody's estima que el gasto sanitario relacionado con el envejecimiento poblacional crecerá un 18% en España para el año 2035, hasta los 95.000 millones de euros. En poco más de una década (2033) habrá un 25,2 % de la población española con más de 65 años, y casi un 30% en 2040.

De hecho, recientemente el propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, apuntaba la necesidad de "un cambio cultural en España" para fomentar que más españoles se mantengan laboralmente activos entre 55 y 70, 75 años, "por razones demográficas y de calidad de vida".

La tecnología centrada en envejecimiento activo, clave para los próximos años

La agencia de calificación espera que las diferentes regiones españolas reciban de los fondos europeos entre 2021 y 2022 aproximadamente 10.000 millones, y que su objetivo sea una mayor resiliencia del sistema sanitario. Con el mismo foco, la UE también ha anunciado 5.100 millones de euros para el programa EU4Health para el periodo 2021-2027.

"Es vital encontrar soluciones para los problemas que se avecinan en la próxima década. Una de las principales claves es mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos de cara a la vejez, fomentando el llamado 'envejecimiento activo', para el cual la tecnología puede ser de gran ayuda", apunta Eduardo Jauregui, CEO y fundador de la tecnológica española IRISBOND.

Avances tecnológicos como el Big Data, el Internet de las cosas (IoT) o la Inteligencia Artificial (IA) han despegado con fuerza en los últimos años y pueden ser piezas fundamentales para ayudar a las personas, especialmente a las mayores, facilitándoles la comunicación con el entorno, ayudándoles en su bienestar e incrementando su empoderamiento y autogestión.

Asimismo, la tecnología se ha convertido -y no hemos visto más que la punta del iceberg- en una herramienta imprescindible en la detección, diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades. Por ejemplo, en los últimos años, ya se ha podido comprobar que las nuevas tecnologías aplicadas a la salud han reducido las estancias en centros sanitarios y hospitales notablemente. La tecnología aplicada a la salud abarca tareas vinculadas con la gestión de la información como el seguimiento de tratamientos, registro de historiales médicos o control farmacológico. También en las ayudas en cirugías como implantes ortopédicos o dispositivos cardiovasculares o cualquier intervención no invasiva, o en la eficacia de las pruebas diagnósticas.

El eye-tracking puede adelantar incluso en 10 años el diagnóstico de enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la demencia

Es importante la especial relevancia que ha ganado en los últimos años el uso de la tecnología para el diagnóstico eficaz de enfermedades neurológicas, degenerativas o de la visión; así como el tratamiento de muchas afecciones de las personas mayores. Según un reciente estudio realizado en Osaka en 2019, se ha descubierto que el uso de tecnología de seguimiento ocular o eye-tracking puede adelantar incluso en 10 años el diagnóstico de enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la demencia, mejorando considerablemente la recuperación y el tratamiento, así como un cambio en la calidad de vida del paciente. España es uno de los países con mayor proporción de personas que sufren esta enfermedad y la expectativa, como en el Parkinson, es de que se duplique en las próximas dos décadas.

"Concretamente en el caso del Alzhéimer, que se sabe que los cambios en el cerebro empiezan entre 10 y 20 años antes de los síntomas, el diagnóstico no llega sino hasta uno o dos años después de que haya sintomatología evidente y cuando la enfermedad ha superado la fase inicial y se encuentra en una fase moderada con implicaciones en su vida diaria. El uso del eye-tracking en su detección precoz puede lograr revertir esta situación", apunta Jauregui. "Asimismo, lo bueno que tiene el eye-tracking es que se pueden diseñar tratamientos a medida del paciente que, aunque hoy en día no sean capaces de evitar la aparición de ciertas enfermedades, pueden ralentizar su aparición o avance. También sería posible prescribir ejercicios para retrasar el envejecimiento neuronal, de forma totalmente personalizada y hacer seguimiento a través de telemedicina, sin que el paciente tenga la necesidad de acudir presencialmente", concluye.

Y es que el eye-tracking ofrece un enorme potencial para la neurología. Con esta tecnología se pueden obtener datos neurofisiológicos vitales de la población de edad avanzada de forma diaria, para así facilitar el diagnóstico, el pronóstico y el seguimiento. Lo mismo pasa con enfermedades como la dislexia, donde la tecnología brinda apoyo para la evaluación del deterioro cognitivo.

Por otro lado, existe una gran variedad de aplicaciones que permiten mejorar las capacidades cognitivas, tanto para mantener un buen estado de salud mental, como para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren algún tipo de enfermedad neurodegenerativa. "Por ejemplo, a través de videojuegos especializados se puede fomentar el uso de determinadas zonas del cerebro para mejorar su rendimiento y evitar su degeneración. O se pueden desarrollar las capacidades de cálculo mental, lenguaje y lógica con el objetivo de diseñar rutinas de entrenamiento mental y ejercitar la actividad cerebral de forma continua", revela el fundador de IRISBOND.

"Hoy por hoy no podemos separar la tecnología de la sanidad y en el futuro estará cada vez más ligada, porque el avance es exponencial y las posibilidades que ofrece la tecnología para apoyar, no solo a los pacientes sino también al personal sanitario, son infinitas. Sin embargo, es fundamental que los investigadores tengan acceso a estas tecnologías para poder investigar y desarrollar todo su potencial aplicado a la salud y bienestar. Las compañías tecnológicas debemos remar todas en la misma dirección, y debemos poner al servicio de personal especializado, sanitario e instituciones nuestro desarrollo tecnológico y dispositivos de forma gratuita para permitir avances sustanciales", concluye Jauregui.


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