¿Por qué migrar mi ERP a la nube?
¿Buscas llevar tu empresa a los niveles de eficiencia y productividad que necesita para seguir desarrollándose? En ese caso, la nube puede ser tu mejor aliado.
Cecilia Suárez, experta en ERPs y softwares para empresas, nos da tres claves para entender y organizar la migración desde ya.
La nube, o servicios de computación a través de internet, tiene sus orígenes en los años sesenta, es decir, es tan antigua como la web y su historia, naturalmente, está intrínsecamente ligada a ella. No obstante, la arquitectura de los sistemas que conocemos en la actualidad tiene sus ancestros más recientes en los modelos creados hace un poco más de una década, y que desde entonces no han parado de perfeccionarse para ofrecer mayor seguridad y flexibilidad a sus usuarios.
"Se trata de una plataforma de recursos informáticos que son distribuidos horizontalmente, donde existe infraestructura, middleware y software, que son ofrecidos al mercado como un servicio a través de internet. Los datos de los mismos son almacenados en instalaciones ubicadas fuera de la empresa y eso ofrece grandes ventajas en términos de gastos en infraestructura, instalación y mantenimiento", explica Cecilia Suárez, quien ha realizado decenas de implementaciones en la nube y on-premise de JD Edwards y Oracle ERP Cloud en las últimas dos décadas.
La experta destaca tres ventajas principales con las que se ven beneficiadas las empresas que migran su ERP, la columna vertebral de su organización, hacia la nube.
1. Desaparece el costo de infraestructura
Las aplicaciones cloud utilizan infraestructura en la nube, así que no es necesario preocuparnos por compras de servidores y software base para instalar el ERP. Un ERP en la nube está disponible rápidamente, sin necesidad de pasar por un proceso de instalación. Cuando hablamos de aplicaciones cloud, nos referimos a un "aprovisionamiento" del software, y no hay etapa de instalación ni infraestructura que debamos comprar.
No se trata solo de un cambio en el costo, sino también en el tiempo: la etapa de instalación desaparece del proyecto de implementación, y los cambios o la escalabilidad del software son iguales de rápidos en caso de que quisiéramos luego agregar más módulos.
Tenemos algunas variantes de plataformas cloud. La "nube real", es aquella que ofrece todo tipo de recurso en su plataforma como un servicio, como la de Oracle. Luego existen nubes híbridas, o de solo infraestructura, donde podemos tener un software on-premise instalado en infraestructura cloud (en este caso, el software no es un servicio).
2. Baja el TCO (Total Cost of Ownership)
El costo en infraestructura no es el único a tomar en cuenta, sino que deberíamos mirar el TCO. ElTotal Cost of Ownership es el costo total de un ERP y toma en cuenta tanto el precio de su adquisición como el del mantenimiento del mismo sobre un período determinado.
Es fundamental considerar ese costo cuando se está pensando en invertir en un ERP, porque será muy determinante a mediano y largo plazo. Por ejemplo, los proyectos de migraciones o actualizaciones tecnológicas en ERPs on-premise son proyectos costosos y largos, mientras que teniendo un ERP en la nube se trata de un cambio tecnológico que se puede realizar en cuestión de horas por quien aprovisiona el software y no genera costos de proyecto más allá de la suscripción del software.
"Por otro lado, la suscripción del software incluye soporte sobre las aplicaciones, así que esto es otro costo que podemos ahorrar. Al no tener la infraestructura in-house, tampoco necesitamos staff de IT para mantener el sistema, sino que el mantenimiento diario o semanal es realizado por quien aprovisiona el software. Así, la reducción de costos totales es considerablemente menor que al adquirir un software tradicional", explica Suárez.
3. Queda toda la información de la empresa en la nube
La nube facilita considerablemente la puesta a disposición de la información de una empresa por varias razones. Una de las que más destaca Suárez es el hecho que permite acceder a la información en cualquier momento y desde cualquier lugar. "Esto es clave para el tipo de empresas que se crean en la actualidad. Es cada vez más común que una organización sea manejada por personas que se encuentran en diferentes partes del mundo o que están en constante movimiento", argumenta la experta.
Así, la nube brinda la flexibilidad y velocidad que necesitan las empresas actuales, además de que una estructura tan ligera y ágil facilita la expansión a otros países cuando llegue el momento de plantearlo. Es un punto importante para un empresario que quiera llevar su negocio a un proceso de globalización, porque todas sus sedes podrán compartir información, y a la vez, los datos permanecerán almacenados de forma segura y permanente, dado que su resguardo ya no dependerá de factores físicos.
Así, se puede decir que sea cual sea el tamaño de una empresa, sea esta de escala local o tenga aspiraciones más globales, la nube le va a permitir beneficiarse de un espacio ilimitado para que pueda crear valor y prepararse para un futuro más próspero. Es una herramienta clave para asegurar los pilares que vuelven sólida a cualquier organización empresarial: el orden e integridad, la agilidad, la seguridad y la eficiencia.