Se suman los artículos y estudios que vienen a desmitificar (relativamente, porque en general no es ni mucho menos negativo) un teletrabajo que ha sido elevado a los altares durante el confinamiento. Una cosa es que haya servido para seguir adelante, y otra que se considere la panacea. Adoptarlo pero con precaución, esa que no viene asegurada persé.
El fomento público de la innovación tecnológica, clave para la competitividad de la empresa privada española.
Hoy ya hemos dado unas de arena, y para compensar y no pasarnos de optimistas nos toca ahora dar una de cal.
El teletrabajo ha llegado para quedarse, y los monitores son una herramienta esencial para trabajar desde casa: pueden mejorar la experiencia laboral, aumentar la productividad y ser una inversión inteligente en salud. Dell ofrece algunos consejos para elegir el monitor más adecuado a nuestras necesidades de teletrabajo.
Acronis ha anunciado su oferta en la nube a través de proveedores de servicios, ahora está disponible para todos, como una versión beta, para implementar fácil en las instalaciones.
La pandemia ha obligado a empresas y administraciones a adaptarse a contrarreloj a un mundo digital. De hecho, el 95% de las organizaciones han cambiado sus prioridades tecnológicas como consecuencia de la crisis sanitaria según un estudio de Cisco AppDynamics.
La pandemia ha ejercido una gran presión sobre los profesionales de tecnologías de la información.
Quizá nos estemos pasando de épicos con algunos titulares referentes al estado del sector IT en medio de la pandemia, pero es que realmente está siendo el más estable de los no relacionados directamente con la crisis sanitaria debida a la pandemia.
Uno de los debates que surgieron al comienzo de la declaración del estado de alarma fue el de los criterios para considerar una actividad como esencial o no, en orden a decidir cuáles había que mantener y cuáles eran prescindibles mientras se superaba la indiscutible prioridad, que era la sanitaria. Otro de los debates que surgieron al poco tiempo, menos crucial pero con no poca enjundia, fue el de qué sectores estaban pescando lucrativamente en aguas revueltas. En el sector IT, que desde hace años se ha acostumbrado a adaptar todos sus eslóganes a las circunstancias de forma interesada, ha habido no pocos ejemplos de lo que es imprescindible y lo que es oportunista, dejando de lado la obvia y miserable codicia sin escrúpulos de los ciberdelincuentes.
Ya lo hemos dicho varias veces, pero no por ello deja de seguir siendo cierto, salvo nuevos imprevistos: Cada vez queda menos para la finalización del Estado de Alarma. Pero, como también se ha repetido en todos los ámbitos, el riesgo sanitario sigue ahí, como también sigue ahí la opción de continuar evitándolo en la medida de lo posible gracias a, entre otros métodos y herramientas, el teletrabajo. Y como también está latente la impresión de que, independientemente de la pandemia, el trabajo en remoto tiene una serie de ventajas en las que vale la pena reparar de cara al futuro o a la, llamémosla, normalidad real, la que volvamos a tener cuando de verdad todo esto haya pasado, incluyendo el virus.
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