Los aeropuertos son uno de los sectores más afectados por la pandemia internacional COVID-19 y se enfrentan a un escenario complejo que exige más flexibilidad, capacidad de adaptación e innovación que nunca, para recuperar la confianza de los viajeros y garantizar su seguridad.
El confinamiento y el teletrabajo impuestos para frenar el avance del COVID-19 han acelerado las dinámicas empresariales de digitalización de procesos, y uno de los sectores que más ha constatado este cambio de tendencia es del Marketing.
La irrupción del Covid-19 a nivel empresarial ha puesto de manifiesto, no solo el valor de la transformación digital, sino también la necesidad de aplicar de manera efectiva el trabajo en colaboración a larga distancia mediante la robotización inteligente de procesos.
Uno de los temas que más se han comentado durante el Estado de Alarma ha sido el de la reducción de la contaminación debido a la parada de la actividad, en especial por la drástica disminución del tráfico, pero también por el menor consumo energético en las empresas. Sin embargo, por mucho que esto haya reducido por una parte el impacto ambiental, ya comentamos semanas atrás que, por otro lado, ha crecido el consumo en los hogares debido al confinamiento.
No queremos pasarnos de optimistas en una situación tan complicada, a la que además le falta todavía mucho por encauzarse y resolverse medianamente, pero el caso es que seguimos recibiendo datos relativos al Sector IT que invitan a ese optimismo. Obviamente la síntesis general es que el sector IT también se ha desacelerado, pero de momento está lejos de hundirse. Si todo esto es una tormenta de primavera, en la que por ejemplo ha llovido spam a cántaros, también nos han mostrado análisis según los cuales el mercado laboral tecnológico ha capeado el temporal, y ahora sabemos también que las adjudicaciones públicas de proyectos tecnológicos han soportado el chaparrón dignamente. Ni tan mal.
Imaginemos por un momento que el hombre del tiempo sólo nos soltara un montón de datos sobre presiones atmosféricas, dirección de los vientos dominantes, o separación entre las líneas de isobaras y, acto seguido, diese paso a la información deportiva. Salvo que fuésemos expertos en física, nos quedaríamos como estábamos, sin poder decidir si vale la pena salir el fin de semana al campo o a la playa. Al parecer, esto es lo que sigue ocurriendo en muchas empresas con respecto a los datos de negocio que manejan.
Ya lo hemos dicho varias veces, pero no por ello deja de seguir siendo cierto, salvo nuevos imprevistos: Cada vez queda menos para la finalización del Estado de Alarma. Pero, como también se ha repetido en todos los ámbitos, el riesgo sanitario sigue ahí, como también sigue ahí la opción de continuar evitándolo en la medida de lo posible gracias a, entre otros métodos y herramientas, el teletrabajo. Y como también está latente la impresión de que, independientemente de la pandemia, el trabajo en remoto tiene una serie de ventajas en las que vale la pena reparar de cara al futuro o a la, llamémosla, normalidad real, la que volvamos a tener cuando de verdad todo esto haya pasado, incluyendo el virus.
Estamos ya en las últimas fases de la desescalada y, si todo va según lo planeado, pronto entraremos en la ya asumida -veremos hasta qué punto- nueva normalidad. Sin embargo, todavía quedará mucho camino por recorrer para superar la crisis derivada de la pandemia. En dicho escenario, la tecnología sigue presentándose, al igual que durante el confinamiento, como un motor tractor para la continuidad de la actividad. Cada sector tendrá sus particularidades en la recuperación, aunque con la analítica avanzada como punto común en muchos casos, como vemos aquí con cuatro ejemplos que representan pilares importantes de la economía.
La inversión en Blockchain en España llegará en 2020 a 103,5 millones de dólares y alcanzará los 377,7 millones de dólares en el año 2023.
Esta semana ha quedado aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados la esperada y polémica tramitación para establecer un impuesto digital en España. Tras meses en los que casi la única preocupación para el gobierno y la oposición era la crisis sanitaria, y sin que ésta haya dejado de ser la prioridad, empiezan a regresar a la palestra de la política asuntos tecnológicos aparcados desde hace tiempo, pero que en su momento ocuparon las portadas de la prensa generalista por la importancia que tienen para la sociedad. El más candente es sin duda el de la llamada tasa Google, ante la cual nuevamente las asociaciones del Sector IT han vuelto a mostrar su rechazo.
Últimas Noticias
