El uso de la factura electrónica en España creció un 13,6 por ciento en 2014
Durante el primer semestre de 2014 las empresas españolas intercambiaron un total de 67.134.211 facturas electrónicas, un 13,6 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, según el Estudio de Implantación de la Factura Electrónica en España realizado por SERES.
La utilización del formato electrónico permitió a estas empresas un ahorro de casi 332 millones de euros en recepción de facturas y 188 millones en su emisión. Además, las empresas dedicaron 250.000 horas menos de trabajo en la recepción de facturas y 40.000 menos en la emisión.
El estudio refleja un salto cuantitativo en la utilización de la factura electrónica, que se duplica en el periodo 2013–2014 respecto a 2012–2013, pasando del 5,2% al 13,6%. De nuevo, Cataluña y Madrid lideran el ranking por número de empresas usuarias y por volumen de documentos intercambiados, a gran distancia de las demás Comunidades Autónomas, si bien, estas últimas han aumentado el volumen de documentos.
En cuanto al volumen de documentos intercambiados, las principales variaciones al alza en emisión se producen en Andalucía y Cataluña, con subidas de casi un 2% y en recepción de documentos en Cataluña y la Comunidad Valenciana, con subidas de más del 2%. Mientras tanto, la Comunidad de Madrid es la única variación a la baja reseñable (5,17% en emisión y 7,04% en recepción). En el resto de CCAA, tanto la emisión como la recepción aumentan en la mayoría de los casos.
En el análisis del número de empresas usuarias de la e-factura, las Comunidades donde más crece el número de emisores son Asturias (1,02%), Galicia (0,88%) y Madrid (0,48%), mientras que en Murcia desciende un 0,45%. En cuanto al número de empresas receptoras hay pocas variaciones, exceptuando la subida en Madrid de un 0,82% y el descenso en Andalucía de un 0,79%.
Al analizar los datos según el tamaño de las empresas incluidas en el estudio, las grandes compañías aumentan su participación un 9,88% en emisión y un 4,23% en recepción en detrimento porcentual de las pequeñas empresas y microempresas. En cuanto a las áreas de actividad, el sector servicios ha aumentado su participación un 20,08% en la emisión y un 23,36% en la recepción, claramente influenciada por la cercanía de la entrada en vigor de la Ley 25/2013 que hace obligatorio su uso a partir del 15 de enero de 2015, en las transacciones con las Administraciones Públicas.
Según el estudio, el uso de la factura electrónica está cada vez más extendido por toda la geografía española y se contempla como una tecnología imprescindible en las políticas de mejora continua de las empresas y en los departamentos de fianzas y administración.
De nuevo, las grandes compañías son las impulsoras de la factura electrónica, tanto en la gestión de facturas recibidas, que mejora la optimización de procesos, como en el envío masivo de facturas, que premia más el ahorro de costes.
Según el Estudio, la tecnología en uso que rodea la factura electrónica sigue siendo cambiante y amplia. Los formatos más utilizados son facturae, edifact y PDF firmado. Si bien la diversidad de versiones de cada formato complica su gestión. En este punto, según SERES, la tendencia en Europa será la utilización de formato compartido Europeo para trabajar con las AAPP. En cuanto al mecanismo de transporte, la tendencia es a utilizar Web Services (servicios web) si bien crece moderadamente el uso de redes EDI (VAN) y AS2. Por su parte, el correo electrónico se limita cada vez más a la relación entre pymes.
“Cada vez son más las empresas que eligen un proveedor de facturación electrónica que les ayude a reducir el impacto del cambio y asegurar el éxito en la adopción de la factura electrónica”, comenta Alberto Redondo, Director de Marketing de SERES para Iberia y Latam. “Los principales problemas que las empresas se encuentran a la hora de decidir utilizar la factura –indica Redondo– son el desconocimiento de la disponibilidad de sus clientes o proveedores para trabajar con e-factura y su capacidad y agilidad para empezar a utilizarla. Además, desconocen cuáles son las reglas particulares, tanto en contenido como en organización, que deben cumplir para que la factura sea aceptada”.
Económica y sostenible
Según el estudio, el uso de la factura electrónica permite importantes ahorros a las empresas y resulta más respetuoso con el medio ambiente. Así, el coste medio de una factura recibida es de 2,27 euros en formato electrónico frente a los 7,22 euros en papel. Por su parte, el coste medio de emisión de una factura es 1,64 euros en formato electrónico y de 4,45 euros en papel. En paralelo, las facturas electrónicas generadas en los seis primeros meses de 2014 evitaron la tala de más de 3.745 pinos.