La generación de agentes de IA aumenta los sueldos
La IA ya está provocando que los puestos de trabajo para su creación ofrezca condiciones económicas superiores.
Una nueva ola profesional impulsada por la inteligencia artificial autónoma se erige como uno de los grandes temas de la actualidad, pues el auge de los agentes de IA está transformando el mercado laboral a una velocidad sin precedentes. Según los datos recogidos por Learning Heroes, la formación en esta nueva generación de inteligencia artificial autónoma se ha disparado en los últimos meses. Además, los expertos del centro universitario online especializado en tecnologías disruptivas han analizado y constatado que los profesionales capaces de crear o implementar estos agentes pueden acceder a sueldos hasta un 30% superiores a la media de su sector.
“Un perfil junior formado en programación de agentes puede iniciar su carrera con 30.000 o 40.000 euros brutos anuales, y los perfiles senior superan con facilidad los 80.000 euros”, explica Arnau Ramió, cofundador de Learning Heroes y formador de su programa de IA. “Las empresas necesitan personas que sepan lanzar la tecnología al mercado, crear adopción real y conectar la IA con los problemas del día a día. Ese talento ahora mismo vale oro”.
Formarse en agentes IA: la puerta a la nueva empleabilidad
Los datos de la multinacional informática SAP confirman que cerca del 70% de las empresas españolas ya utiliza algún tipo de asistente o agente inteligente, aunque solo el 15% ha desplegado esta tecnología de forma transversal. Esto indica una etapa temprana de adopción y un potencial de crecimiento enorme para los próximos años.
Más que sustituir a los profesionales, los agentes IA llegan para amplificar sus capacidades. Un solo trabajador puede coordinar decenas de agentes que le ayudan a preparar informes, contestar mensajes o planificar tareas, liberando tiempo para el pensamiento estratégico. “Ya existen emprendedores que dicen: ‘En mi empresa somos un humano y 25 agentes’. Todo lo que no les gusta hacer como seguimiento, contabilidad o gestión de credenciales, lo automatizan. Eso les permite dedicar el 100% de su tiempo a pensar. Los agentes IA son, literalmente, el equipo virtual que multiplica el valor humano”, afirma Ramió.
Desde Learning Heroes estiman que los sueldos vinculados a la creación e implementación de agentes IA ya superan ampliamente la media nacional. Perfiles iniciales pueden partir de los 30 o 40.000 euros anuales; intermedios en innovación o automatización rondan los 50.000 euros anuales; los roles específicos de IA en medianas y grandes empresas alcanzan entre 60.000 y 80.000 euros. Y en el ámbito internacional los salarios crecen exponencialmente, con posiciones en laboratorios de IA como OpenAI o Anthropic que llegan a los 200.000–280.000 euros anuales. “La IA por sí sola no tiene valor si no hay personas que la apliquen. Por eso, quienes saben crear y coordinar agentes son los perfiles más escasos y mejor remunerados del mercado”, añade Ramió.
De la automatización a la autonomía: una revolución al alcance de todos
Los agentes IA representan la evolución natural de modelos como ChatGPT: ya no responden a preguntas, sino que actúan por sí mismos. Son capaces de gestionar redes sociales, responder correos, coordinar agendas o analizar datos en tiempo real, conectándose a herramientas reales como Gmail, Slack, WhatsApp, Notion o Instagram.
A diferencia de un chatbot, un agente IA tiene tres componentes esenciales:
• Instrucciones del sistema que definen su rol, por ejemplo “Soy un agente llamado Luis, encargado de generar engagement en redes sociales”.
• Herramientas que le dan acceso a las aplicaciones necesarias, como Later, Google Sheets o un CRM.
• Desencadenantes o “triggers”, que activan su funcionamiento cuando llega un email, un mensaje o a una hora concreta.
Estos elementos le permiten trabajar de forma autónoma y sin código, eligiendo el modelo de IA más adecuado en cada caso (GPT-4, Claude 4.5, Gemini 2.5 Pro…). La autonomía de un agente no viene de estar siempre activo, sino de saber cuándo debe actuar. Y eso lo decide su lógica, no el usuario. “El futuro del trabajo no será quién programe mejor, sino quién sepa crear sistemas que piensen y actúen por sí solos. Y esa es una habilidad que se puede aprender”, concluye Ramió.
Una de las grandes revoluciones es que ya no hace falta saber programar para crear un agente inteligente. El acceso se ha democratizado y cualquier profesional puede aprenderlo si domina la lógica conversacional con IA y entiende los retos de su sector. “No necesitas ser ingeniero ni saber código. Lo que cuenta es tu experiencia profesional y tu capacidad para hablar con IA. Una persona con décadas de experiencia en marketing, finanzas o salud tiene más ventaja que alguien recién salido de la universidad, porque entiende los problemas reales y sabe dónde aplicar la tecnología”, explica Ramió. Esta accesibilidad está abriendo un nuevo escenario de reconversión profesional, donde perfiles de todas las edades y sectores están aprendiendo a diseñar agentes para automatizar procesos, crear nuevos modelos de negocio o multiplicar su productividad personal.