Ciberseguridad y privacidad encabezan las preocupaciones del futuro de la videovigilancia
Los elementos que hacen más complejo el debate social acerca de la videovigilancia.
En un contexto global caracterizado por el creciente uso de la inteligencia artificial y la necesidad de cumplimiento con las distintas regulaciones sobre el tratamiento de datos personales, el debate sobre privacidad, transparencia y ética tecnológica ha cobrado fuerza, especialmente en el ámbito de la videovigilancia.
En este contexto, Axis Communications, líder mundial en soluciones de videovigilancia en red, ha desarrollado el informe The State of AI in Video Surveillance, basado en encuestas llevadas a cabo en más de 68 países y entrevistas cualitativas realizadas a expertos internacionales en IA aplicada a la seguridad.
Una de las principales conclusiones que se extraen del estudio es que la ciberseguridad, el control de riesgos y la protección de datos se sitúan como prioridades clave del futuro del sector. En concreto, el 60% de los encuestados, entre los que se encuentran partners tecnológicos, directivos y clientes finales, coincide en que estos factores serán determinantes para la evolución de la industria en los próximos años.
La IA generativa y el cambio de paradigma
El informe también muestra cómo la IA generativa se posiciona como la tecnología más disruptiva de cara al futuro. Un 66% de los altos cargos y un 62% de los partners del sector coincide en que esta tendencia será decisiva, no solo por su capacidad de automatizar tareas o mejorar la eficiencia de los procesos, sino por su potencial transformador en términos de análisis predictivo y gestión inteligente de los sistemas de vídeo.
Asimismo, el estudio resalta la rápida adopción de arquitecturas híbridas que combinan el procesamiento en la nube con soluciones de edge AI, especialmente en el sector de la videovigilancia. Esta integración permite mejorar la escalabilidad, optimizando tanto los tiempos de respuesta como el uso del ancho de banda. En los procesos de seguridad, facilita una gestión más eficiente de los datos en tiempo real, lo que contribuye a una toma de decisiones más ágil y precisa. Para los profesionales del sector, esta tecnología ofrece soluciones más flexibles y robustas, permitiendo un manejo más efectivo de grandes volúmenes de información sin depender excesivamente de la infraestructura tradicional.
Más allá de la seguridad: el nuevo rol de las cámaras
El uso de la IA ya no se limita únicamente a la seguridad. Según el estudio de Axis Communications, cada vez más empresas emplean sistemas de videovigilancia para recoger datos estratégicos, optimizar recursos o analizar el comportamiento de usuarios en tiempo real. Esto incluye desde el conteo de personas en entornos comerciales, hasta la gestión de aforos o la eficiencia en la logística y el transporte.
Las cámaras se convierten así en sensores inteligentes capaces de ofrecer información clave para mejorar la operativa y la toma de decisiones en sectores como el retail, la logística, la industria o la sanidad. Además, también tienen un rol fundamental en el desarrollo de las ciudades inteligentes por sus beneficios a la hora de analizar comportamientos, predecir patrones e implementar mejoras.
El dilema del reconocimiento facial
El informe también trae a colación uno de los principales debates que han generado este tipo de tecnologías: el reconocimiento facial. Mientras que, en Asia, se aplica ampliamente en ciudades inteligentes, espacios comerciales o infraestructuras de transporte; en Europa (particularmente en países como España), su avance e implementación son mucho más lentos. El marco legal europeo, así como la búsqueda de la protección de la identidad y la privacidad, han llevado a las autoridades y tribunales españoles a paralizar o desaconsejar su uso en numerosos casos, especialmente en espacios públicos.
Además, tanto la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) como la futura regulación europea en inteligencia artificial limitan su implementación a supuestos muy excepcionales, subrayando la necesidad de transparencia, proporcionalidad y consentimiento en el tratamiento de datos biométricos.
“La inteligencia artificial abre enormes oportunidades para transformar el sector de la videovigilancia, no solo en términos de eficiencia y capacidad de análisis, sino también en la creación de sistemas más inteligentes y adaptativos”, explica Mats Thulin, director de soluciones de IA y analítica en Axis Communications. “Sin embargo, este avance debe ir acompañado de un enfoque ético riguroso, donde se priorice la transparencia en el uso de los datos, el respeto por la privacidad y el cumplimiento de las normativas. La clave estará en cómo el sector puede utilizar estas tecnologías de manera que no solo optimicen los procesos de seguridad, sino que también generen confianza y seguridad en los usuarios, sin poner en riesgo sus derechos fundamentales”.
La videovigilancia está, así, ante una gran oportunidad de reconfigurar el modelo de seguridad tradicional, pero esto solo será posible si se equilibra la innovación con una visión responsable y sostenible. La adopción de tecnologías avanzadas debe estar guiada por un compromiso firme con la privacidad, la ética y la confianza, asegurando que la transformación digital beneficie a todos, sin comprometer los derechos individuales.
