España es el país Europeo que más prioriza la ciberresiliencia
Cerca de la mitad de las empresas de nuestro país valoran con máxima prioridad la ciberresiliencia para 2024.
Para el comienzo del nuevo año, Palo Alto Networks, líder mundial en ciberseguridad, revela en el último estudio junto a IDC Research un consenso sobre cómo la ciberresiliencia es una misión crítica para las empresas.
Entre los mercados en los que la ciberresiliencia es una gran prioridad se encuentra España (44%) como el principal país en Europa seguido de Francia (42%) pero entre ellos también se encuentran otros países como el Reino de Arabia Saudí (48%) o Brasil (43%). Sin embargo, otros mercados europeos, como Alemania y el Reino Unido, son menos propensos a considerarla una prioridad empresarial.
A su vez, Palo Alto Networks permite visualizar los principales vectores de ataque en España, siendo endpoints, la nube u OT, mientras que el enfoque de inversión en ciberseguridad por parte de las empresas se focaliza en la detección y respuesta de endpoints y la seguridad de la red. En este informe se muestra a su vez como solo el 38% de los CISO de EMEA creen que su estado de ciberresiliencia es maduro. En España, esta investigación muestra como el 15% y el 19% de los CISO ponen a prueba regularmente sus planes de recuperación. Esta cifra es significativamente inferior a la media de todos los países encuestados (28%) y muestra discrepancias entre la intención y la ejecución.Por su parte, en la mayoría de los países de la región EMEA, el CIO es el principal responsable de la ciberresiliencia. Sin embargo, hay excepciones, como en España, donde el CTO es normalmente el responsable de la ciberresiliencia.
A su vez, los datos muestran que hasta 4 de cada 10 de las organizaciones de EMEA y LATAM confían en su capacidad para superar un ciberataque sin sufrir consecuencias significativas., lo que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar iniciativas estratégicas y cuestionar los conjuntos de herramientas existentes para mejorar las posturas en torno a la ciberseguridad. Sorprendentemente, sólo el 21% de los CISO del sector bancario, financiero y de seguros comprueban regularmente los planes de recuperación, uno de los porcentajes más bajos de todos los mercados de servicios, a pesar de ser uno de los sectores más regulados.
Debido al aumento de los niveles de amenaza y la complejidad del mercado, los CISO tienen una tarea difícil. La escasez de talentos y la falta de competencias en tecnologías de seguridad emergentes figuran como los principales retos para lograr la ciberresiliencia, ambos citados por el 70% de los encuestados, seguidos de la falta de correlación entre múltiples productos puntuales (52%) en EMEA y LATAM. Los resultados muestran cómo, a pesar de que el 78% de las organizaciones en estos territorios reconocen la importancia de la ciberresiliencia, la fragmentación y la demanda de recursos impiden que las aspiraciones se ajusten a la realidad.
Haider Pasha, director de seguridad para EMEA y LATAM de Palo Alto Networks, líder mundial en ciberseguridad, comenta: "a pesar de los moderados niveles de madurez en EMEA y LATAM, es sorprendente cómo pocos CISO están equipados para probar regularmente sus planes de recuperación. Pero los CISO se enfrentan a una ardua batalla. Por un lado, los acontecimientos geopolíticos y la interrupción de la cadena de suministro se suman al nivel de amenaza, mientras que, por otro lado, la escasez de talento y experiencia relevante hacen que la implementación de soluciones y la preparación para contrarrestar futuros ataques sean cada vez más desafiantes".
Además de la fragmentación, el estudio destaca una serie de retos tecnológicos. El uso de controles de ciberseguridad maduros para la ciberresiliencia se sitúa en tan solo el 11%, con algunos países de EMEA con una puntuación tan baja como 0-5%, y la mayoría depende en gran medida de los planes de continuidad del negocio (74%), planes de recuperación en caso de desastres (72%), planes de recuperación de ransomware (54%) y estrategias de gestión de crisis (51%).
Haider Pasha añade: "lo que está claro es que muchas organizaciones aún no disponen de los recursos y la confianza necesarios para implantar una pila tecnológica ciberresistente diseñada para prevenir los ataques. En su lugar, tienen que depender en gran medida de tácticas como la recuperación de desastres, que están diseñadas para responder a los incidentes, en lugar de planificarlos. La falta de visibilidad sobre el impacto de las amenazas y el enfoque en la resolución está dejando a las organizaciones expuestas a más amenazas e incapaces de planificar los riesgos futuros".
Sin embargo, la investigación refleja el deseo de cambiar la cultura de la ciberresiliencia, y la influencia de los altos cargos es cada vez más importante. El 72% de los encuestados afirma que los miembros de los consejos de administración son el principal impulsor de que la organización se centre en la ciberresiliencia, por encima de los imperativos normativos (70%).
Haider Pasha concluye: "es vital un compromiso claro de la alta dirección para crear y mantener políticas claras de ciberseguridad y medir el impacto, así como capacitar a los mandos intermedios para tomar decisiones más rápidas. Sin ello, la responsabilidad recae en los equipos de ciberseguridad para reaccionar ante los incidentes, en lugar de capacitar a la empresa para desarrollar mejores posturas".