Redes de última generación en viviendas
El mundo se enfrenta a una de las peores crisis de vivienda en años. En el último año, el valor del metro cuadrado en vivienda nueva en España ha experimentado una subida del 6,4 por ciento, situándolo en 2.641 euros de media, según indica el Análisis del mercado residencial en España presentado por la Sociedad de Tasación.
Incluso entidades como el Banco Central Europeo ha mostrado su preocupación por la posible burbuja inmobiliaria que podría estar formándose a raíz de la sobrevaloración exponencial de las viviendas de la eurozona. El gobierno y los constructores tienen que construir más casas, y a un ritmo más rápido, para superar la creciente crisis de vivienda.
La tecnología está desempeñando un papel crucial a la hora de ayudar a los constructores a mejorar en gran medida la eficiencia y aprovechar la automatización para acelerar el ritmo de los proyectos, al tiempo que se apoya en los dispositivos de IoT para hacer de todo, desde el seguimiento de los activos en las obras y la entrega de materias primas, hasta la supervisión de la seguridad de los trabajadores, pasando por el uso de sensores para garantizar que la construcción se desarrolle según lo previsto. Sin embargo, para que esta tecnología sea eficaz, las obras de construcción deben contar con una conectividad de red perfecta desde el primer día del proyecto.
En un sector cada vez más complejo, las redes de última generación son una necesidad. Adoptar la infraestructura móvil, e incluso recurrir al 5G, puede resolver muchos de los problemas a los que se enfrentan los constructores y así garantizarle el acceso a una conectividad fácil de desplegar, fiable, segura y eficiente.
La conectividad en el sector de la construcción debe ser flexible, tanto para las oficinas de la obra como para la ubicación de la misma, la cual puede cambiar a diario a medida que avanza el proyecto. Además, como el uso de la tecnología se amplía y la proliferación de dispositivos conectados continúa, también lo hace la presión sobre las redes, ya que la conectividad necesita continuidad entre dispositivos, maquinaria y trabajadores. La baja latencia, el mayor ancho de banda y las mayores velocidades de las redes 5G cambiarán la forma en que el sector de la construcción diseña y construye, además de aportar un nivel totalmente nuevo a la hora de supervisar la seguridad de los empleados y los activos.
Si se intenta optar por una infraestructura de red cableada tradicional, su instalación es lenta y costosa, ya que puede tardar hasta 120 días laborables. Esto, por no hablar de su mantenimiento mensual, que puede aumentar rápidamente, y de la inflexibilidad para reubicar los cables a medida que avanza el proyecto.
Seguimiento de activos IoT y conocimiento de los datos
El seguimiento de activos de IoT es, sin duda, una de las herramientas más eficientes y eficaces de la empresa moderna. Permite la total trazabilidad de los productos a lo largo de la cadena de suministro, ya sea un contenedor, un palé o artículos individuales. El seguimiento automatizado en tiempo real permite a los constructores saber qué hay en la obra y qué cantidad exacta queda. Esto ayuda a mantener el rumbo de los proyectos al identificar cuándo es necesario pedir más suministros o cuándo deben llegar los pedidos. Con esta información, también pueden gestionar mejor la mano de obra, asignándola a medida que llega el inventario.
Si bien el seguimiento de los recursos es importante, la visión de los datos también proporciona información valiosa sobre el rendimiento de esos recursos, la detección automática de defectos en la construcción, la optimización de los procesos y la supervisión de los equipos para su cumplimiento. Por ejemplo, Taylor Construction utiliza sensores inteligentes fijados a las barras de refuerzo e incrustados en el hormigón, que envían datos a la nube a través de un router 5G. Esto ayuda a la empresa a determinar si el hormigón se vierte correctamente y a realizar un seguimiento de cualquier desplazamiento del hormigón, lo que ayuda a mejorar el resultado general del proyecto y su seguridad.
Conectividad a prueba de futuro
Las necesidades de conectividad están cambiando. Con los nuevos proyectos de construcción que comienzan continuamente, y los viejos sitios que cierran, es imperativo que las empresas de construcción puedan adaptar sus necesidades de conectividad a lo que está sucediendo en el momento. 4G LTE y 5G tienen esta capacidad. Al ampliar la red corporativa con una conectividad flexible y de gran ancho de banda que puede gestionarse desde cualquier lugar a través de herramientas basadas en la nube, los equipos de TI pueden gestionar todos los emplazamientos remotos -incluyendo el rendimiento de la red, los requisitos de ancho de banda y el uso de datos móviles- con un único sistema de gestión.
Las nuevas redes pueden configurarse en la oficina central y, a medida que cambian los requisitos del sitio, se pueden redistribuir al instante donde se necesiten. Los costes operativos de las conexiones por cable y del personal in situ quedan prácticamente eliminados.
Disponer de una red con esta flexibilidad se está convirtiendo rápidamente en algo esencial para las empresas de todos los sectores, pero es extremadamente valioso para las empresas de construcción que desean gestionar varias obras diferentes a la vez. Se evitan grandes retrasos en los proyectos y se garantiza la seguridad de las redes en todo momento.
La responsabilidad social de las empresas
Tras los compromisos asumidos en la COP26, todos los sectores se ven presionados para intensificar sus esfuerzos sostenibles y cumplirlos. Aunque no sea obvio, las empresas de construcción pueden hacer pequeños cambios para reducir su impacto.
Con una sólida red móvil, es posible empezar a trabajar en los objetivos de sostenibilidad desde el principio. Por ejemplo, se pueden utilizar drones para capturar datos que luego puedan desarrollar estudios aéreos, reduciendo la necesidad de visitas físicas al sitio, y proporcionar información sobre cómo trabajar con la biodiversidad y las características geográficas de un paisaje. Con más puntos de datos y sensores, se podría reducir el desperdicio de materiales y las visitas excesivas a las obras. En general, más tecnología inteligente significa una toma de decisiones más inteligente. Al aplicar la baja latencia, la conectividad ultrarrápida y la facilidad de despliegue de LTE o 5G, los constructores tienen la inmensa oportunidad de agilizar las operaciones, utilizar la tecnología de forma novedosa y desarrollar casos de uso completamente nuevos en cada nivel del ciclo de construcción.
Daniel Morros, Sales Engineer en Cradlepoint Iberia