Conectividad, clave en la transformación digital de la educación
El verano es ya cosa del pasado. Con la llegada de septiembre, los castillos de arena, los helados y los reencuentros familiares dan paso a la rutina, el olor a material escolar nuevo y la ilusión de volver a ver a los amigos. La vuelta al cole da el pistoletazo de salida al curso 2022-2023, en el que más de ocho millones de alumnos acuden a clase, esta vez sin restricciones por la Covid.
De la misma manera que los estudiantes se preparan, los centros educativos hacen lo propio. No sólo los profesores organizan las lecciones que impartirán durante los 9 meses que tenemos por delante y que nos separan del verano de 2023; sino que también los colegios, institutos, academias y demás centros de España continúan su modernización adaptándose a los nuevos tiempos y mejorando sus instalaciones. Una prueba de ello es el aprendizaje que ofrecen, que cada vez tiende a ser más interactivo gracias al empleo de herramientas tecnológicas como tablets y ordenadores.
En ese sentido, el Wi-Fi en estos espacios se antoja igual de esencial que lo eran antes los lápices y los cuadernos, pues sin la conectividad inalámbrica los estudiantes no pueden acceder a todas las posibilidades que ofrece Internet y que tanto benefician su proceso educativo. Desde TP-Link, proveedor global de dispositivos de red para usuarios y empresas, quieren detallar algunas de las mejoras que experimentan cuando apuestan por la conexión inalámbrica como una herramienta educativa:
Una forma de aprender adaptada a los tiempos actuales
A golpe de clic, los estudiantes acceden de forma instantánea a millones de páginas y contenidos variados y de relevancia, pueden investigar en foros, estudiar cursos online, etc. El aprendizaje, por tanto, se ha vuelto interactivo, lo que a su vez confiere a los alumnos una motivación extra para estudiar, fijar conceptos y aprender “jugando” con una mayor autonomía.
Aprendizaje flexible y creativo
Además de interactivo, el aprendizaje de los alumnos se ha convertido en todo un proceso creativo en el que ellos mismos pueden explorar y hacer uso de multitud de recursos actualizados y en distintos formatos, que van más allá de las lecciones teóricas. Gracias a las nuevas tecnologías, los alumnos pueden seguir formándose de una forma autónoma a través de fotografías, mapas, vídeos, ejercicios prácticos, foros de debate y muchos otros contenidos.
Comunicación fluida profesor-alumno
En todo este proceso, los profesores tienen un papel destacado. Con la ayuda de las nuevas tecnologías, ahora pueden desempeñar sus funciones de una manera más acorde a los tiempos actuales. Gracias a la RED, mucha parte del aprendizaje de los alumnos ocurre en Internet, pero es importante recordar que estas fuentes de Internet a las que los estudiantes acuden deben ser de confianza. En ese sentido, el profesor debe ayudar a encontrar esas webs fiables de donde extraer la información que les servirá para su enseñanza.
Las nuevas tecnologías posibilitan a los profesores mantener una comunicación más fluida con sus alumnos, dar un apoyo y un seguimiento mucho más cercano y continuo, recurrir a una mayor cantidad de recursos relevantes para la enseñanza de sus alumnos, compartir con ellos todo tipo de contenidos, tanto teóricos como prácticos, ver las pantallas de los estudiantes conectados a la red para guiarles en su aprendizaje, corregir ejercicios en tiempo real, etc.