Datos son combustible, digitalización es motor
La digitalización de las pymes implica introducir nuevas tecnologías digitales para mejorar procesos, funciones y eficiencia operativa.
Se trata de impulsar nuevos modelos comerciales para responder a las exigencias de un cliente cada vez más digital. Ser más productivos, proporcionar mejores experiencias de usuario y, en términos generales, más que mantenerse competitivo en el entorno actual, prepararse para un futuro más ágil, dominado por la tecnología.
Pablo Couso, director comercial de Datisa, dice que “la digitalización permite a las pymes ser más ágiles, creativas y eficientes. Y proporciona beneficios que van desde una mejor visibilidad en la cadena de suministro, hasta una fuerza laboral más y mejor conectada. Pasando, por supuesto, por la mejora de la satisfacción de los clientes”.
Una pyme digital es una pyme más productiva. Mejor posicionada para crear nuevos modelos de negocio. Y con más posibilidades de aprovechar sus oportunidades de negocio. En este sentido, desde Datisa se habla de tres maneras en las que la digitalización empodera a las pymes:
1. Eficiencia: cuando la información se mantiene en silos y no se comparte, se genera ineficiencia. Una de las principales ventajas de la digitalización en las pymes es romper esos silos, unir datos dispares y desestructurados y proporcionar una visión 360º del cliente. Si los datos son el combustible de las pymes actuales, la digitalización será el motor.
2. Productividad: la digitalización ayuda a agilizar los procesos y a automatizar las tareas rutinarias. De este modo, las pymes pueden liberar a su fuerza laboral de tareas irrelevantes y hacer que se concentren en las tareas críticas. También permite abordar las brechas de habilidades, mediante el uso de plataformas digitales para capacitar mejor a la fuerza laboral. Y, hacerlo de una manera rápida y asequible.
3. Rentabilidad: la digitalización reduce los costes operativos y ayuda a las pymes a centrarse más en el cliente. Mediante el uso de aplicativos ERP y soluciones BI podrán basar sus decisiones en datos. Y proporcionar mejores experiencias de usuario. Además de identificar más y mejores oportunidades para las ventas -cruzadas y/o adicionales. Y, en definitiva, ser más rentables.
Siendo conscientes de las ventajas de la digitalización, aún hay pequeñas y medianas empresas que no saben cómo iniciar el proceso. Los consultores de Datisa muestran la secuencia de pasos a seguir para completar con éxito la digitalización de cualquier negocio:
• Impulsar las tecnologías digitales que aporten flexibilidad, agilidad, multicanalidad y nuevas experiencias a los clientes
• Evitar la incompatibilidad de formatos entre dispositivos conectados
• Crear una identidad corporativa en torno al nuevo entorno digital
• Valorar la comunicación en tiempo real
• Crear interfaces sencillas e intuitivas
• Centrarse en la adaptabilidad para las nuevas audiencias
• Crear equipos dirigidos por expertos digitales
• Promover nuevos espacios para la formación en habilidades digitales
• Desarrollar una cultura corporativa en la que la tecnología contribuya al cambio
• Fomentar la adopción de habilidades y competencias digitales
• Invertir en formación digital y fomentar una cultura que potencie la innovación
En definitiva, en estos momentos es clave hacer que las pymes sean promotoras y gestores de los ecosistemas tecnológicos. Y que tengan una visión a futuro para poder anticiparse a las necesidades de sus entornos productivos. También de sus clientes y/o usuarios. Poner el cliente en el centro de sus procesos y workflows ya no es opcional. El cliente digital espera comunicaciones relevantes, altamente personalizadas y experiencias digitales fluidas. Por eso las pymes deben asegurarse de que su estrategia de digitalización les posiciona para cumplir con este nuevo estándar de compromiso.
Apoyarse en la experiencia de un socio tecnológico es siempre la mejor opción para comenzar el viaje digital. Al elegir este socio, hay que pensar en alguien que proporcione la tecnología adecuada, pero también que permita identificar las necesidades específicas de la organización y sus puntos débiles. Para ofrecer una solución, primero hay que comprender el problema.