La brecha digital sigue siendo habitual en educación
A pesar de la rápida transformación tecnológica impulsada por la pandemia, un estudio revela que la brecha digital continúa siendo habitual en la educación.
La Universidad de Southampton ha presentado un informe, encargado por Qualcomm Technologies, en el que se analiza cómo la exclusión digital se ve alimentada en las aulas por la falta de acceso a los dispositivos y la conectividad.
Al encuestar a maestros, profesores, estudiantes, personal de soporte de TI y reguladores del sector educativo en el Reino Unido, Alemania, Francia, España e Italia, el estudio cuantifica el impacto que la falta de dispositivos y conectividad está teniendo hoy en día, así como el efecto que una escasez continuada tendrá en el aula conectada y la educación en Europa.
Los educadores y estudiantes de toda Europa son muy conscientes de los retos y los trastornos causados por la pandemia. A medida que algunas zonas de Europa empiezan a dejar atrás los peores efectos de la pandemia, 2022 será un año crítico en el que el sector educativo intentará retomar algo parecido a la normalidad. La pandemia ha cambiado muchos elementos de la enseñanza y el aprendizaje, lo que hace que 2022 sea un punto de inflexión crítico, ya que el sector educativo analiza las conclusiones extraídas de la pandemia y se pregunta cómo puede equiparse mejor para cumplir la promesa del futuro de las aulas.
Una cuestión clave será cómo salvar la brecha digital que se hizo aún más evidente durante la pandemia, ya que algunos estudiantes se quedaron al margen de la educación debido a la falta de dispositivos adecuados o de conectividad, y a veces ambos.
Sobre la base de las respuestas de 2.571 encuestados europeos, el estudio pone de manifiesto que existen pocos límites para la brecha digital. En el Reino Unido, Alemania, Francia, España e Italia, más de un tercio (36%) de los encuestados describió el efecto de la brecha digital como «alto o muy alto». Un 39% describió el impacto de la brecha digital como «medio» y solo un 25% lo describió como «bajo» o «muy bajo».
Las zonas desfavorecidas experimentan los mismos obstáculos de la brecha digital que antes del brote de COVID-19
El estudio desvela la percepción de los encuestados en entornos educativos sobre los entornos de aprendizaje híbridos y compara el acceso a la conectividad en el campus y en el aula frente al Wi-Fi doméstico, muchos estudiantes de toda Europa han estado luchando con la accesibilidad a la tecnología, que impide el acceso al aprendizaje y a las oportunidades educativas. En 2020, el Foro Económico Mundial (FEM) reveló que más de mil millones de niños de todo el mundo están actualmente fuera de las aulas a causa de las cuarentenas. A pesar de que los colegios imparten clases diarias online, muchos de estos niños sencillamente no pueden conectarse. Las condiciones excepcionalmente difíciles de los dos últimos años no han hecho más que agravar el problema, al crear graves obstáculos para estudiantes y educadores.
La falta de conectividad y de acceso a los dispositivos dejó en desventaja a muchas familias con rentas bajas de todo el mundo durante los 20 meses anteriores, con una enseñanza y un aprendizaje «híbridos» que tienen lugar en el aula y de forma virtual según la tasa de contagios del momento. Sin embargo, sabemos que la innovación y las tecnologías como el 5G, combinadas con el apoyo de los Gobiernos y el sector tecnológico en términos de agendas de nivelación, iniciativas públicas y planes y dispositivos con descuento, pueden desempeñar un papel fundamental en el cierre de la brecha digital. Para un número importante de familias, esta brecha digital seguirá siendo una realidad mucho después de la pandemia, por lo que es vital que las organizaciones trabajen para garantizar la disponibilidad de 5G, dispositivos y programas en el futuro.
Los entornos de aprendizaje híbridos seguirán siendo la nueva normalidad para la educación
Mientras avanzamos por la siguiente fase de la pandemia, las variantes con altas tasas de transmisión están provocando falta de personal y los contagios entre el alumnado están sumiendo a las instituciones educativas en entornos de aprendizaje híbridos. Según el estudio, un número considerable de encuestados (80%) indica que el aprendizaje híbrido continuará siendo un elemento importante de las prácticas lectivas en el futuro. Teniendo en cuenta el amplio grupo de encuestados en múltiples entornos educativos, esta muestra hiperrelevante de encuestados en el epicentro del sector educativo confirma que el aprendizaje híbrido ha llegado para quedarse en todas partes, y los sectores de la Educación y la Tecnología deben trabajar juntos para superar este desafío global.
Conectividad a Internet en el centro educativo frente a en casa
Al analizar la fuerza de la conectividad a Internet en los entornos de enseñanza superior y universitaria, en términos de calidad de Wi-Fi muy deficiente y deficiente, los resultados demuestran que los estudiantes con acceso a conectividad a Internet de alta velocidad en casa experimentan una peor calidad de Wi-Fi mientras están en clase/en el campus. En casa, donde han permanecido muchos estudiantes durante largos periodos durante la pandemia, un total del 15% de los alumnos declaró disponer únicamente de una red Wi-Fi deficiente (3,9%) o normal (11,1%). Es probable que una conexión Wi-Fi deficiente o normal provoque problemas en la educación online, ya sea en términos de disponibilidad o de velocidad de conexión, o ambos, lo que puede impedir que los estudiantes participen en las clases en remoto a través de videollamadas.
La calidad de las redes Wi-Fi domésticas y escolares puede verse afectada por la presión ejercida sobre la Wi-Fi escolar debido al gran volumen de estudiantes que intentan conectarse a la misma fuente, en comparación con la Wi-Fi doméstica, en la que el número de dispositivos conectados será considerablemente inferior. En un entorno escolar, los estudiantes pueden estar más lejos de los puntos de acceso Wi-Fi (por ejemplo, un router) que en casa. Tal vez en parte por estas razones, los alumnos contestaron que experimentaban más problemas de conectividad en sus aulas, bibliotecas y campus en comparación con sus casas cuando accedían a Internet de alta velocidad utilizando dispositivos informáticos.
Según el estudio, la brecha digital se percibe tanto en el hogar como en las aulas. Se trata de un dato importante porque muestra que las iniciativas para abordar la brecha digital no deben dar por sentado los entornos educativos y han de centrarse en acelerar la conectividad tanto dentro como fuera de las aulas. Esto es especialmente importante para los estudiantes que no pueden aprender desde casa.
Otro estudio de Statista muestra que los cinco países incluidos en el mismo tienen, en cierta medida, una brecha de penetración de Internet. Por ejemplo, el Reino Unido tiene un 92,17% de penetración de Internet, lo que significa que todavía hay margen para abordar la brecha de conectividad a Internet en el primer mundo, donde se podría suponer que el acceso a la conectividad ya no es, en general, un problema.
El estudio de la Universidad de Southampton pone de manifiesto una carencia de conocimientos que contribuye al déficit de conectividad. El estudio solicitó a los encuestados su opinión sobre los ordenadores personales conectados permanentemente (ACPC), que combinan la eficacia del procesador de un smartphone en el chasis de un ordenador portátil. Estos dispositivos llevan incorporada la conectividad móvil a través de una tarjeta SIM y no necesitan conexión Wi-Fi ni dispositivos externos de banda ancha para conectarse a Internet, lo que los hace idóneos para el trabajo y el aprendizaje a distancia.
Según las conclusiones del estudio, es necesario aumentar la presencia de estos dispositivos en los centros educativos. Los ACPC son una solución para resolver algunos de los problemas que se plantean. Estos dispositivos dependen menos del Wi-Fi gracias a sus capacidades móviles. El uso de datos móviles también aporta características adicionales de seguridad de datos de las que carecen los dispositivos tradicionales. Si a esto le sumamos la duración de la batería, los APCS establecen el estándar para el uso de dispositivos dentro y fuera del aula. Al explicar los fundamentos de los ACPC, el 52% de los encuestados se mostraron dispuestos a adoptarlos, si bien solo el 31% de los encuestados los conocía realmente. Salvar esta brecha del 21% será crucial para disminuir la brecha de conectividad en la Educación. Esta cuestión se ve reforzada por el hecho de que el 87% de los encuestados espera que los ACPC adquieran un papel relevante en el aprendizaje híbrido, y el 69% cree que los ACPC contribuirán al aprendizaje en casa y en los centros educativos.
Elliott Levine, director de Worldwide Education, Qualcomm Technologies: "Durante los dos últimos años, educadores de todos los rincones del mundo se han reunido para demostrar la notable energía, pasión y resistencia para impulsar los resultados académicos de nuestros hijos. Este estudio ha dado voz a esos educadores de toda Europa, y hemos escuchado sus opiniones. Para tener éxito, tanto los profesores como los alumnos necesitan dispositivos siempre conectados con un rendimiento y duración de la batería óptimo, para que el aprendizaje híbrido sea eficaz y sostenible. En Qualcomm compartimos esa visión y el compromiso con nuestra tecnología".
Dr PK Senyo, Associate Professor en FinTech e Información de la Universidad de Southampton: «La forma de enseñar y de aprender de los alumnos ha cambiado para siempre. Mucha gente cree que la brecha digital solo se produce fuera del aula o del campus, pero este estudio ha puesto de manifiesto que debemos actuar para facilitar la conectividad y el acceso adecuados a los dispositivos también mientras los estudiantes están en el centro educativo. Es una reforma que el sector de la educación necesita desde hace tiempo, aunque forzada por la pandemia, pero que ahora debemos aprovechar para ofrecer las mejores experiencias de enseñanza y aprendizaje. Tenemos una oportunidad única de abordar el reto de la brecha digital, pero debemos hacerlo ahora, para garantizar que todos los estudiantes estén en igualdad de condiciones».