Iniciativa Europea de Pagos en el eCommerce
El proyecto EPI, European Payments Initiative, apoyado por el BCE y la Comisión Europea, involucra a 31 de los principales bancos europeos. Su objetivo es crear una estructura común para el desarrollo del nuevo sistema interbancario europeo, un nuevo estándar europeo para el procesamiento de pagos con tarjeta, transferencias bancarias, transferencias instantáneas para hacer frente a los gigantes tecnológicos, EE. UU. y China.
Los operadores de marketplace, los minoristas en línea y los bancos esperan con impaciencia las decisiones en torno a esta Iniciativa Europea de Pagos.
Romain Mazeries, CEO de MANGOPAY, solución de pago para marketplaces y plataformas de crowdfunding, ha querido resumir los objetivos EPI, sus principales retos y sus implicaciones para vendedores y consumidores:
• Objetivos de la EPI: El objetivo de la EPI es crear una estructura común que será el órgano central de dirección para construir las infraestructuras necesarias para el éxito de este nuevo esquema interbancario europeo. Se pretende sustituir a largo plazo los "esquemas" nacionales, apoyándose en los agentes existentes. El núcleo del nuevo sistema es el sistema europeo de pagos instantáneos TIPS (Target instant payment settlement). Los bancos, la Comisión Europea, los bancos centrales y las autoridades públicas se unen para promover la soberanía europea en materia de pagos frente a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos y China-.
• El reto tecnológico de la EPI: La EPI debe integrar plenamente los nuevos hábitos de pago de los consumidores europeos. Por ello, consta de tres componentes: la transacción por tarjeta o transferencia bancaria en modo de pago instantáneo, el servicio de solicitud de pago que permite al destinatario enviar una solicitud de pago al deudor y, por último, el monedero electrónico que combina tanto la tarjeta como el servicio de solicitud de pago en un teléfono móvil. El modelo de negocio se basa en las tasas de intercambio que se reciben de la Comisión Europea. Así, la totalidad de los flujos de pago nacionales y transfronterizos quedarían cubiertos por el nuevo sistema.
• Ventajas de la EPI para el mercado español y europeo: Una solución de pago común desarrollada en Europa reduciría los riesgos y vulnerabilidades de los sistemas de pago al por menor y ayudaría a mantener el control sobre los datos de pago sensibles, protegiendo así mejor a los ciudadanos. Los actores extranjeros en el punto de mira son, en particular, las estadounidenses Visa y Mastercard, que han asumido un papel de liderazgo en los pagos europeos durante los últimos 20 años. Pero con la masiva digitalización del sector, también crece la amenaza de otros actores con la vista puesta en los pagos: los gigantes tecnológicos como Apple, Google, Amazon o PayPal, que disponen de ingentes recursos financieros. Además, el éxito de la EPI haría que las normas de ese nuevo sistema estuvieran más en consonancia con la legislación de la UE sobre servicios de pago y emisiones de dinero electrónico, en comparación con las normas de los principales sistemas internacionales de tarjetas, que se basan en conceptos normativos estadounidenses.
• Posibles desventajas: No es la primera vez que los bancos europeos tratan de unirse. En 2012 se puso en marcha una iniciativa casi similar, el proyecto Monnet, pero no tuvo éxito. Problemas relacionados con el modelo de negocio y las reticencias de la Comisión Europea, hicieron fracasar el proyecto. Estos problemas sólo han sido resueltos de forma parcial, por lo que el proyecto corre el riesgo de volver a fracasar en lo que respecta a la gobernanza y el modelo de negocio del sistema, que aún está por confirmar. Los bancos españoles, aunque presentes desde el origen del proyecto, todavía no han dado su luz verde a la financiación del proyecto, ya que están a la espera de conocer los costes reales de la EPI.
• Hay muchas cuestiones clave que siguen sin respuesta: las fuentes de financiación, el papel de las redes locales, el enrutamiento por defecto, las protecciones de los consumidores, los mecanismos de disputa por devolución de cargos, la estrategia de adopción por parte de los consumidores, la gobernanza, la tecnología y los incentivos de los emisores no están contemplados en ningún plan existente. Además, el EPI tendrá que resolver los fallos de sus predecesores para tener éxito. Pero también es esencial que participen los agentes de pago recién llegados, como los PSPs, además de las entidades de crédito. Incluso si la EPI tiene éxito, su resultado para los comerciantes depende fundamentalmente de la competencia. Debido a la obligación de acreditación conjunta con la elección de ruta por parte del vendedor, los sistemas compiten directamente en cada transacción. Una disposición similar ha ofrecido una solución a este problema en otras partes del mundo, y eso es exactamente lo que los minoristas y consumidores europeos necesitan para beneficiarse de la EPI.
• Consecuencias para los consumidores: Los bancos y los PSP no bancarios deben asegurarse de que la EPI no interrumpe o hace confusa la experiencia de pago para los clientes cuando realizan operaciones bancarias en línea o compras. No obstante, se espera que esta nueva competencia se traduzca en pagos más rápidos y en una mayor interoperabilidad entre los proveedores de servicios de pago en la UE, gracias a un nuevo sistema paneuropeo de tarjetas. Los pagos se harán en toda Europa gracias a esta solución nativa e integrada en teléfonos y carteras digitales. Sin embargo, las grandes empresas tecnológicas piden que se dé libertad de elección a los consumidores. Es decir, que abran sus sistemas operativos y herramientas a las aplicaciones de terceros, en particular a través de la tecnología NFC, ya sea de los bancos o de los especialistas en pagos, en condiciones decentemente remuneradas.
Romain Mazeries, CEO de MANGOPAY