Digitalización del textil
Desde hace ya varios años la digitalización era una necesidad para el sector mayorista. Aun hoy hay bastantes empresas que siguen trabajando, aunque cueste creerlo, de manera manual.
La llegada de la pandemia ha provocado que muchas empresas tengan que realizar una transformación acelerada en su manera de trabajar, implementando rutinas de digitalización en su manera de trabajar.
Analizando la situación con perspectiva, este cambio ha llegado tarde. Como apuntaba al inicio, la digitalización era una necesidad desde hace tiempo. Pero la llegada del coronavirus ha dejado patente, de una manera más evidente, cuáles son las carencias en este campo de nuestro sector.
En nuestro caso, como asociación, nos dimos cuenta de que los clientes no tenían la posibilidad de realizar en un mismo pedido todas las compras de los asociados del Triángulo de la Moda. De este modo, a inicio de 2021 pusimos en marcha un market place en el que están centralizadas todas las firmas de la asociación. Así, se puede comprar desde una misma plataforma todas las marcas.
Pero la digitalización no es necesaria únicamente en los canales de venta. Informatizar toda la parte de logística y organización interna es, hoy en día, un verdadero reto para muchas pequeñas empresas del sector textil. Contar con procesos digitalizados, además de ahorrar costes, agilizan los tiempos y permiten ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes.
A nivel minorista, actualmente hay una gran red de tiendas de moda, calzado y accesorios repartido por grandes y pequeñas ciudades de nuestro territorio. Pequeñas tiendas que necesitan labrarse una imagen digital sólida y fuerte que les permita competir con las grandes empresas textiles. Pero para que esto sea una realidad, es necesario que lleguen ayudas e impulsos económicos que apoyen a estas pequeñas empresas para lograr la transición digital tan ansiada.
El coronavirus ha transformado radicalmente los hábitos de consumo. Muchas personas son todavía reticentes a asistir a las tiendas y comprar de manera física, ya sea porque quieren evitar las posibles aglomeraciones, o porque se hayan acostumbrado a realizar las compras online. De este modo, el comercio online debe estar ya implementado, seas una gran empresa o un pequeño negocio. A ello se le suma la presencia digital en RRSS. Lo que hace unos años parecía imposible, es hoy una realidad. Las Redes Sociales pueden funcionar como un altavoz de gran relevancia para estos pequeños negocios que, a priori, sus clientes se reducen a su ciudad, barrio o pueblo. Contar con un ecommerce bien preparado y tener una buena comunicación en redes sociales aumentarán las posibilidades de llegar a clientes de cualquier rincón del país.
El comercio textil llevaba tiempo con el reto de la digitalización y la transición verde en el horizonte. La pandemia ha acelerado estas necesidades. Por tanto, las medianas y pequeñas empresas del sector textil necesitamos “ponernos las pilas” y adaptarnos a esta nueva realidad que, sin duda ha llegado para quedarse.
Montserrat Gallego, presidenta del Triángulo de la Moda