Del boom del ecommerce a la complejidad de gestionar la logística poscovid
Con la llegada de la pandemia y el confinamiento un gran número de comercios se han visto obligados a migrar sus ventas físicas a un formato online para adaptarse a esta nueva realidad.
Los recientes brotes de covid en diferentes comunidades españolas han acelerado la caída de las ventas físicas y han aumentado de forma exponencial las entregas de paquetes de ecommerce, siendo este el canal preferido de los consumidores. De hecho, según datos recientes publicados por Ecommerce News, el comercio electrónico europeo alcanzará los € 717.000MM en 2020, un 12.7% más en comparación con 2019. Sin embargo, ahora la curva de adopción digital se ha incrementado y con ella nacen nuevas oportunidades de negocios.
Reinvención de negocios: las nuevas problemáticas logísticas
La nueva normalidad ha forzado la reinvención de los negocios, y es así como numerosos emprendimientos resurgen brindando nuevos servicios y/o canales de ventas como restaurantes que reinventan su estructura en delivery, ecommerce especializados en parafarmacia, indumentaria sostenible, y hasta venta de frutas y verduras online. Todos estos negocios tienen en común que además de focalizar la atención en detalles de adquisición de cliente, posicionamiento, y estrategia de marketing, pero también se ven obligados a entregar a sus clientes los pedidos que han vendido en su web.
Según explican desde el buscador de transporte express para autónomos y empresas, Upela.com, la complejidad de gestionar la logística poscovid tras el boom del ecommerce, es uno de los desafíos a los que se enfrentan los emprendedores que han tenido que reinventar su modelo de negocio.
"Nuestros clientes tuvieron que adaptarse a la nueva realidad económica. Muchos de ellos, comerciantes de toda la vida con tienda física, se lanzaron al ecommerce para poder mantener una actividad constante y adaptarse a la demanda", explica Mercedes Montecino, Country Manager España de Upela.
Y es que, la ya conocida paquetería de última milla también ha sufrido grandes transformaciones en buena parte forzada por los nuevos hábitos de consumo, y otro poco por la presión que ejercen las ciudades en disminuir el impacto que significan las entregas diarias en la trama urbana. Por ello, es clave para los operadores asumir con el menor impacto posible los nuevos niveles de demanda sin perder de vista los retos de siempre, asociados con la competitividad, el servicio, y un precio razonable. En ese sentido cobra relevancia trabajar codo a codo con operadores logísticos que garanticen la propia recolección de las órdenes, el procesamiento de estas, y la entrega en tiempo y forma pactada al cliente.