IBM colabora en investigación de datos sobre el coronavirus
En la crisis sanitaria que atraviesa el mundo actualmente, los datos son una potente herramienta capaz de ayudar a médicos, investigadores y científicos a sacar conclusiones y tomar decisiones para intentar contener la pandemia. Para ello, es realmente importante contar con datos válidos y verificados.
A pesar de que hay muchas fuentes de información de referencia, como por ejemplo el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de la OMS, muchos de los datos que se comunican entre hospitales y organizaciones públicas y privadas son inconsistentes, o no se pueden compartir de una manera sencilla.
Para dar respuesta a esta situación, la herramienta MiPasa, creada inicialmente para dar servicio a instituciones financieras, se ha extrapolado ahora al área de salud pública para ayudar en la investigación de la pandemia a través de información fiable y de calidad.
MiPasa es un proyecto de la organización HACERA que cuenta con la colaboración de IBM. Esta nueva plataforma de transmisión de datos utiliza IBM Blockchain Platform e IBM Cloud para sintetizar fuentes de datos, abordar sus inconsistencias, identificar errores e integrar diferentes fuentes de información verificadas sobre el COVID-19. De esta forma, los investigadores pueden utilizar esta información integrada para responder y diseñar soluciones que ayuden a controlar el brote de la pandemia o prestar ayuda en la recuperación.
Esta plataforma de datos abiertos basada en blockchain se nutre de la información aportada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de Control de Enfermedades (CDC), y cualquier agencia verificadan a través del uso de una API. Esto permite que sea mucho más fácil recopilar, cotejar y estudiar información sobre la propagación y contención del brote. Además, debido a que toda la información se registra de forma autorizada, se pueden crear rápidamente aplicaciones adicionales sobre ella.
En este sentido, MiPasa ya está trabajando para que sea posible construir un mapa de infectados. Esto permitiría a los funcionarios de salud pública cargar datos con la hora y ubicación exacta de las diferentes infecciones. De esta manera, se podría contar con una imagen todavía más precisa de los brotes y marcar de manera más exacta aquellos puntos en los que se debería aplicar un aislamiento o cuarentena.