Lecciones de los líderes digitales para las pymes
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las pymes en la era digital es dar por hecho que implementar tecnología las convierte en empresas digitales ergo empresas eficientes.
Por eso, aunque son muchas las pequeñas y medianas empresas que reconocen que la transformación es una prioridad corporativa para su negocio, son muy pocas las que abordan el proceso alcanzando los objetivos previstos. En este sentido, es importante tomar como referencia aquellas iniciativas que sí están triunfando y ver qué lecciones pueden aplicarse a la práctica en el entorno pyme.
Desde Datisa se defiende la idea de que el factor diferencial para alcanzar el éxito de cualquier iniciativa -también en el terreno de lo digital- es la agilidad y la rapidez en la toma de decisiones que permite operar de una manera más eficiente y segura. Identificar las tendencias tecnológicas emergentes y alinearlas con las necesidades del negocio es estratégico. Después hay que pasar de la experimentación a la transformación a gran escala, de forma ordenada pero decidida. Ese debería ser el ABC de cualquier proceso de cambio en el ecosistema pyme.
Isabel Pomar, CEO de Datisa, dice que “son muchos los factores que influyen en el éxito o el fracaso de un proyecto. Por eso siempre es interesante buscar ejemplos en quienes han implementado cambios y analizar qué pasos han dado para abordarlos con éxito. En la implementación exitosa de un ERP, por ejemplo, es importante identificar qué tecnología es la que proporciona más y mejor cobertura funcional y una propuesta de servicios de valor añadido más completa para las necesidades de gestión del negocio. Una vez alineada la tecnología con la empresa, hay que determinar qué áreas y qué personas muestran mayor predisposición al cambio. Eso impulsará la transformación a gran escala, de forma rápida y fluida”.
La firma española de ERP para pymes identifica cuatro lecciones de los líderes digitales que las pymes pueden aplicar en sus iniciativas de cambio:
• Agilidad y rapidez en la toma de decisiones. La velocidad es crítica para alcanzar el éxito en los negocios. Y, también, para mantener los niveles de competitividad que exige un mercado tan convulso. La velocidad impacta, en la toma de decisiones, en la ejecución de los planes y en la gestión de los cambios por eso, las empresas que son veloces tienen más probabilidad de liderar y de triunfar con sus iniciativas. Son, además, empresas que basan su funcionamiento en la información, por lo que, esta debe ser veraz y actualizada. Y, en todo caso, deben contar con tecnología que les permita operar bajo la premisa de la flexibilidad para cambiar de rumbo -rápidamente- cuando sea necesario.
Tomar decisiones de manera rápida también implica aceptar el riesgo de equivocarse. Incluso, tomando como referencia la mejor información posible, se puede tomar una decisión errónea. Pero, a veces, esos errores son menos graves que la inoperancia y la lentitud.
• Dividir el proyecto en pequeñas etapas. Los líderes digitales han diseñado su “viaje” como una serie de acciones tácticas a corto plazo que luego pueden iterar para ayudar a la organización a moverse en la dirección correcta. Se pueden ejecutar a la vez diferentes micro-acciones para aprender y aplicar las que mejores resultados aporten. Esto se consigue empoderando a las personas, descubriendo tendencias y patrones, compartiendo aprendizajes y reasignando recursos hacia las iniciativas de más crecimiento.
• Poner el foco en tecnologías que realmente impacten o puedan impactar sobre su negocio y/o la industria en la que opera. Y más aún, tecnologías que conecten con el verdadero objetivo del negocio: mejorar la rentabilidad, optimizar la relación con el cliente, automatizar procesos, etc.
Las pymes tienen ya a su alcance prácticamente todo tipo de tecnología IA, Data Discovery, Big Data, Blokchain, … pero deben poner el foco solo en aquella en la que realmente puede ayudarles a aterrizar su enfoque y su estrategia de cambio a la realidad de los objetivos establecidos.
• Definir y crear procesos correctos para escalar el cambio a toda la organización. Es decir, pasar de la estrategia o la tecnología a la experimentación a gran escala. Esto se consigue iterando en iniciativas más pequeñas, pero también, creando los equipos adecuados. Equipos con personas que facilitan la permeabilidad del cambio y que están dispuestas a innovar. También en la medición del éxito. Los líderes digitales no se limitan a utilizar las métricas convencionales, sino que buscan otras métricas operativas que reflejan mejor el éxito o el fracaso de las iniciativas implementadas.