La demanda de apps de software empresarial crece pero el 50 por ciento de los proyectos no se ejecutan
Appian anuncia la segunda entrega de su estudio internacional El Trabajo del Futuro elaborado por IDG.
De acuerdo con los datos que ofrece, las empresas europeas sienten la presión marcada por la velocidad para adaptarse a la transformación digital mucho más que las estadounidenses. Si ponemos los números sobre la mesa, una empresa de EMEA genera alrededor de 230 solicitudes de nuevas aplicaciones de software para sus negocios o grandes cambios y mejoras en las funcionalidades de estas. La media europea está muy por encima de la de Estados Unidos, que registra 153 solicitudes de media anuales. En Alemania, esta cifra llega a las 306 solicitudes anuales; en Francia, a las 218 peticiones, y en Reino Unido, a 137. En España, el número de peticiones es de 20.
• Las empresas europeas solicitan el estudio de este tipo de proyectos mucho más que las estadounidenses, pero la complejidad de desarrollo y la falta la tecnología adaptada a los mismos frena su puesta en marcha.
• En España, el 12% de los proyectos solicitados nunca se han ejecutado, un 13% queda sin terminar y el 21% se pone en marcha pero no llega a estar a la altura de las necesidades de la empresa.
• Este estudio sitúa a España como el país europeo con mayor número de peticiones de desarrollo de apps para I+D.
A pesar de esta diferencia en los números, los niveles de éxito globales a nivel mundial son igualmente desalentadores. En todos los países estudiados, el 50% de las nuevas solicitudes de desarrollo de aplicaciones acaban en fracaso, nunca se llegan a poner en marcha o se desarrollan pero no llegan a cubrir las necesidades del empresa.
Este estudio, que ya ha publicado un buen número de informes, examina el estado de la transformación digital de las empresas y su impacto en el trabajo de cara al futuro. Las conclusiones principales de esta investigación realizada entre los responsables senior de TI de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y España señalan que:
• En España, el 12% de los proyectos de desarrollo nunca se ponen en marcha, frente al 16% de solicitados por empresas en EMEA y al 14% en Estados Unidos.
• El 14% de los nuevos proyectos de desarrollo en EMEA se inician, pero nunca se acaban (este porcentaje sube al 16 % en Estados Unidos). En el caso de España, el porcentaje de proyectos inconclusos es del 13%.
• El 20% de los nuevos proyectos de desarrollo tanto en EMEA como en Estados Unidos se acaban, pero no cubren las necesidades de la empresa. En España, este porcentaje sube hasta el 21%.
La demanda digital se propaga por toda la empresa
La demanda de nuevos proyectos de desarrollo se inicia ahora desde cualquier punto de la empresa, lo que demuestra que todas las divisiones de negocio están buscando nuevas formas de operar en la era digital. En Estados Unidos, el departamento de marketing sigue siendo el más proclive a la hora de solicitar nuevas apps, mientras que en EMEA son los departamentos financiero y de contabilidad los que destacan ligeramente en este tipo de demandas.
Los datos del estudio muestran los siguientes porcentajes en cuanto a desarrollo de apps para las diferentes unidades de negocio en Estados Unidos y EMEA:
• Departamento financiero: 14 % (Estados Unidos) / 16 % (EMEA) / 14 % (España) de todas las peticiones de nuevas apps y funcionalidades
• Marketing: 19 % (Estados Unidos) / 16 % (EMEA) / 17 % (España)
• Ventas: 17 % (Estados Unidos) /18 % (EMEA) / 17 % (España)
• Servicio al cliente/Centros de contacto: 16% (Estados Unidos) /17 % (EMEA) / 14 % (España)
• I+D: 15% (Estados Unidos) / 16 % (EMEA) / 22 % (España, convirtiéndose en el país europeo que más apps de este tipo demanda)
• Departamento legal: 11 % (Estados Unidos) / 10 % (EMEA) / 8 % (España)
• El resto de departamentos solicita un 7 % del total (Estados Unidos) / 8 % (EMEA) / 7 % (España)
Las empresas están acumulando deuda técnica
En todos los países, los departamentos de TI luchan -y fracasan- a la hora de hacer frente a los cambios surgidos en el negocio debido, principalmente, al ritmo lento que requiere la programación y a los problemas relacionados con la deuda técnica o de necesidad de código.
La deuda técnica se refiere al sobrecoste provocado por la elección, errónea, de una solución -en principio- sencilla frente a la elección de la solución apropiada. Esta deuda refleja el coste de “oportunidad perdida” por no desarrollar la aplicación correcta que era necesaria para beneficiarse de una oportunidad de mercado. Las organizaciones de TI emplean el 50 % de su tiempo en programar nuevas apps y mejoras, pero pierden alrededor de dos quintas partes de su tiempo de desarrollo en “pagar” la deuda técnica (39 % en Estados Unidos / 36 % en EMEA). En total, el impacto empresarial global de la deuda técnica es el siguiente:
- 55 % - Gastos operativos más altos
- 52 % - Las mejoras simples del software tardan mucho más de lo esperado
- 47 % - Reducción del rendimiento y la escalabilidad
- 35 % - Se prolonga la llegada al mercado
- 17 % - Las mejoras en la experiencia del cliente no se llevan a cabo.
Cuando se les pregunta cómo combatir la deuda técnica, la respuesta número uno para los participantes en el estudio (53 %) fue “buscar nuevas formas para acelerar el desarrollo de aplicaciones”.
Low-code empresarial: un nuevo enfoque
Las plataformas de desarrollo low-code para las empresas permiten acelerar la creación de aplicaciones con herramientas de diseño visual, sólidas y al mismo tiempo fáciles de usar, que incluyen la función de “arrastrar y soltar”. También garantizan que todas las aplicaciones estén conectadas, gobernadas y sigan funcionando a largo plazo. Esto permite que las aplicaciones y funciones estén disponibles rápidamente sin crear nuevos silos entre las aplicaciones ni comprometer la calidad, rendimiento o experiencia que han creado. Como resultado, las empresas pueden minimizar la deuda técnica y reaccionar rápidamente para aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece el mercado.
“Las conclusiones del informe apuntan a que todas las empresas deben acelerar el desarrollo TI sin sacrificar la calidad ni acumular más deuda técnica”, explica Matt Calkins, CEO de Appian.