La gestión de infraestructuras y aplicaciones lidera la demanda de outsourcing en España
En plena revolución industrial, las empresas buscan mejorar la eficacia y la eficiencia de todos los procesos, reducir los riesgos, y mejorar las necesidades de cumplimiento normativo. En el caso de TI, en ocasiones también hay un problema de acceso a recursos de alta cualificación y/o conocimiento en ciertas tecnologías.
Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA D&B, el volumen de negocio derivado de la prestación de servicios de outsourcing de tecnologías de la información alcanzó los 5.445 millones de euros en 2015, habiendo crecido un 2,3% respecto al ejercicio anterior. Y se prevé para 2016-2017 un aumento del 4% anual, hasta los 5.900 millones de euros.
La gestión de infraestructuras se mantuvo como el principal segmento. También el área de outsourcing de procesos de negocio (BPO) mostró una evolución positiva, pasando a representar el 16% del negocio, mientras que el segmento de gestión de aplicaciones supuso el 37%. Por otro lado, la demanda privada, y en particular el sector financiero y el de industria continuó mostrando un crecimiento superior a la media.
En el entorno industrial las áreas que tradicionalmente han llevado procesos a un modelo de outsourcing son Finanzas, Compras, RRHH y Tecnologías de la Información. En estos sectores es fundamental tener en cuenta las necesidades concretas del cliente para alcanzar el éxito, aseguran desde Vector ITC Group.
En el sector industrial se tiende a externalizar el manejo de herramientas CAD o servicios de soporte y atención a clientes. Según distintos estudios, como “Outsourcing Trends in the Automotive, Manufacturing and High-Tech Industries” de Equaterra, el área de TI representa el mayor índice de outsourcing, en torno al 53% de empresas tienen algún tipo de servicio externalizado en contratos a más de 2 años.
Entre los principales beneficios de esta externalización destaca la reducción de costes, la mayor flexibilidad para adecuarse al negocio y sus cambios o la flexibilización. Otra razón de peso es la priorización o el foco en el negocio, y el aseguramiento de una estandarización de los servicios y su internalización, como centros de servicios compartidos, dentro de grandes organizaciones.