Drones esquivados por aviones comerciales y bazucas para atrapar drones
Los drones suponen una de las muchas revoluciones tecnológicas de la actualidad, más allá de si es mayor su impacto mediático o su aportación real. De hecho, muchas veces son sus riesgos los que llaman la atención, como en este caso.
Esta semana se ha sabido que el pasado 19 de febrero se registró un incidente grave en un vuelo de Barcelona a París de Air France, cuando un Airbus comercial tuvo que esquivar a un dron para no chocar con él. El avión de pasajeros estaba a 5.500 pies de altitud (unos 1.676 metros), descendiendo al aeropuerto Charles de Gaulle, y tuvo que salir del itinerario programado y realizar una maniobra especial. El dron pasó a apenas 5 metros del ala derecha del Airbus.
Sin llegar a la lógica preocupación hacia peligros serios como el que este caso demuestra, no son escasas las polémicas generadas acerca del mundo de los drones: Molestias a las personas y a los animales, violación de la privacidad en el caso de drones que tomas fotografías (lo que no lo hace muy diferente de las reticencias acerca de las cámaras de seguridad o las imágenes de Google Maps), etc.
No menos llamativa es la utilización de estos aparatos en cuestiones de seguridad internacional, incluyendo conflictos bélicos. En este caso, las soluciones desarrolladas no sólo incluyen a los propios drones como forma de ataque o espionaje, sino obviamente la creación de respuestas de defensa contra ellos. Drones anti-drones o uso de aves entrenadas para neutralizarlos son soluciones ya conocidas, pero la última innovación es un bazuca que lanza una red para atraparlos, tal y como se puede ver en el siguiente vídeo: