Internet, campo de batalla para y contra el terrorismo
Tras los atentados del viernes en París, se pone de manifiesto una vez más la forma en que Internet supone una nueva era en la historia del terrorismo. Forbes ha publicado un informe acerca de cómo los terroristas podrían haber usado la PlayStation 4 en red para comunicarse, al tiempo que el grupo Anonymus ha lanzado un manifiesto de contraataque al Estado Islámico.
Conscientes del uso cibercriminal que hacen de Internet los terroristas para comunicarse y planear sus atentados, los hacktivistas han lanzado un desafío a DAESH (siglas de Estado Islámico en árabe) en el que aseguran que Anonymus “somos mejores hackers”. No es exceso de presunción, si tenemos en cuenta que el grupo previamente ya había bloqueado 100.000 cuentas de Twitter, desmantelado 150 sitios webs y atacado cerca de 6.000 vídeos, todo ello relacionado con la organización terrorista, según cuantifica Foreign Policy.
Según explican a través de un vídeo, sus próximas ofensivas superarán a las anteriores, lanzando ataques cibernéticos masivos gracias a la cooperación de miembros de Anonymus en todo el mundo. Habitualmente criticados por las posiciones institucionales, el grupo hacktivista se une así, a su manera, al sentir general de la sociedad durante estos días.
Con lo que tal vez no cuentan en Anonymus es con las curiosas formas de comunicación que pueden estar utilizando los terroristas, que podrían ir más allá y ser más sutiles que el mero uso de redes sociales. Es el ejemplo de lo publicado por Forbes, referente al posible uso de la consola PS4 para planear atentados. Así lo explicaba Jan Jambon, Ministro de Interior de Bélgica, país desde el que se ha sabido que se planearon los ataques en París: "Playstation 4 es incluso más difícil de monitorizar que Whatsapp".
Sin que existan pruebas de ello, ni implicación todavía demostrada en relación a los atentados del viernes, expertos en la materia apuntan a la posibilidad de conversar a través de los chats de los juegos en red, o incluso de conversaciones de voz dentro de las partidas, métodos todos ellos al parecer difíciles de controlar por las agencias de seguridad actuales. Incluso hablan de la posibilidad de utilizar elementos de los gráficos del propio juego para lanzarse mensajes: monedas ordenadas estratégicamente o letras grabadas con disparos en una pared.