Claves para evitar los principales riesgos de las olas de calor en los centros de datos
La aceleración del cambio climático somete al planeta a temperaturas más extremas, y el calentamiento global afecta a las temidas olas de calor del verano, que son cada vez más frecuentes y de mayor duración.
De hecho, durante los meses de julio y agosto de 2023 se batieron los récords de altas temperaturas en gran parte del mundo y también en España.
Las olas de calor son un riesgo para la salud, pero también para el funcionamiento de las infraestructuras digitales y, en concreto, para los centros de datos de los que dependen, a día de hoy, gran parte de las operaciones empresariales, las transacciones y las actividades del mundo digital en el que nos movemos.
Por eso, fibratel, a través de unidad de data center fdata, insta a las empresas y operadores de centros de datos a que preparen la infraestructura para hacer frente a la situación. En este sentido, Diego Fernández, director de operaciones de la unidad fdata, advierte que "para garantizar un óptimo funcionamiento de la infraestructura de un CPD se debe mantener entre los 18 y los 23 grados y, si se superan los 25 la instalación puede verse afectada. Este aumento puede producirse cuando la temperatura exterior aumente a más de 40ºC si el CPD no ha sido diseñado de forma correcta, por lo que todo tiene que estar preparado desde la fase de diseño, para que, cuando lleguen estas subidas de temperatura, no impacten en las operaciones".
Uno de los principales riesgos, según la empresa especialista en diseño e instalación de centros de datos, son el sobrecalentamiento de los equipos, que puede dañar su funcionamiento, reducir su rendimiento o incluso causar su inactividad, lo que provocaría pérdidas económicas a las compañías o daños reputacionales para el operador de la instalación.
Otra cuestión que hay que tener en cuenta, es el mayor consumo de energía y recursos para mantener refrigerados los equipos. Las instalaciones deben estar preparadas para asumirlo y no sufrir cortes de suministro, que podrían dar lugar a un fallo masivo del CPD. En este punto, es necesario comprobar el buen estado y funcionamiento de los SAI (sistemas de alimentación ininterrumpida) y los generadores para que se activen en caso de incidencia.
Los expertos de fibratel también recuerdan que, durante las olas de calor, el peligro de incendios es mucho más alto, por lo que también el peligro para estas infraestructuras es mayor.
Un CPD blindado frente al aumento de las temperaturas
La unidad de datacenter de fibratel sostiene que cualquier incidencia o problema que se pueda dar en estas instalaciones críticas, como afrontar una ola de calor, tienen que ser tenidas en cuenta durante la fase de diseño. Cada diseño es único y tiene que estar adaptado al entorno y necesidades del cliente para garantizar los máximos estándares en el funcionamiento. Se tendrá en cuenta la ubicación, pero también temas como la refrigeración, la energía, la seguridad física y digital, la tolerancia a fallos, etc.
Por otro lado, la anticipación es crucial, por lo que, siendo previsible que todos los veranos España sufre varios episodios de calor extremo, es necesario tener un plan de acción para reaccionar de la forma más rápida, organizada y eficiente. Dicho plan debe contener puntos básicos como la evaluación de los riesgos, las respuestas ante diferentes escenarios y la formación del personal en esta materia. Igualmente, sería recomendable incluir ejemplos de la forma de actuar en cada caso concreto.
Por último, los especialistas de fdata señalan que ayudará disponer de sistemas de monitorización y análisis que permitan conocer en tiempo real el estado de cada uno de los componentes del centro de datos y, en caso de detectar un aumento anómalo en la temperatura de ciertos equipos, se podrán tomar las medidas necesarias para impedir que se convierta en un problema grave que perjudique el funcionamiento de las instalaciones. Igualmente, el análisis del funcionamiento con datos históricos es clave para predecir posibles cambios bruscos de la temperatura y, por tanto, mejorar la gestión de este tipo de incidencia.