Digitalización inteligente para que el sector industrial supere la incertidumbre
Una cosa es el ahorro de consumo que permiten las tecnologías digitales para afrontar la crisis energética, y otra que la industria supere la coyuntura económica. Para el segundo de los casos, la fábrica inteligente o fábrica 4.0 es una posible solución.
Los diferentes indicadores económicos relacionados con la industria muestran claramente la necesidad de acometer acciones efectivas para superar con éxito los diferentes condicionantes a los que sí o sí nuestras empresas tendrán que enfrentarse.
Sisteplant, compañía española especializada en el desarrollo de soluciones y servicios para la Industria Inteligente, basada en su experiencia, ha establecido un decálogo de medidas que pueden ayudar a las empresas a estar mejor preparadas para afrontar la crisis:
1.- Realizar un análisis en profundidad del modelo actual. Estudiar los procesos de principio a fin con una visión holística: consumos y uso eficiente de todos los recursos, estrategia de aprovisionamientos y compras, nivel de digitalización, roles y funciones de nuestros equipos, reactividad de la cadena de suministro y sincronización de actividades, con el fin de detectar ineficiencias, robustecer el proceso y sobre todo ganar agilidad y reactividad ante los actuales cambios de nuestro entorno.
2.-Redefinir el modelo, basándose en la innovación y la sostenibilidad. Una vez conocidos los resultados del análisis es el momento de repensar el modelo industrial, guiado por la innovación, la capacidad de industrializar nuevos productos e impulsado por la sostenibilidad. Ejemplos como la remanufactura para introducir la economía circular en la industria, o el pago por uso son nuevos modelos con un gran futuro y que combinan innovación y sostenibilidad. Con la meta definida es el momento de diseñar el camino para lograrla, aplicando siempre el sentido común y la proactividad. Será necesario establecer una estrategia global que contemple tecnología, conocimiento, personas, modelo industrial y de negocio y establecer el roadmap para poner en marcha la transformación.
3.- Situar la flexibilidad como máxima. La incertidumbre vivida en los últimos años ha demostrado que las industrias con capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones afrontan mejor las dificultades. A la hora de definir el modelo industrial, la flexibilidad es clave. La solución es evolucionar hacia modelos de fabricación inteligente, que permiten establecer un control absoluto del proceso productivo y adaptar la actividad a la demanda o a los recursos disponibles de una forma ágil.
4.- Aspirar a la fábrica predictiva. Es el máximo exponente de la fábrica inteligente. Gracias a tecnologías de Machine Learning, los sistemas permiten predecir fallos, fluctuaciones de la demanda, reducir el consumo de energía para impulsar su sostenibilidad y optimizar los parámetros productivos, garantizando que la producción sea robusta y con calidad Cero Defectos.
5.- Adaptar la organización al nuevo modelo. Un modelo industrial inteligente exige de una nueva estructura y organización con jerarquías casi planas, con plantillas orientadas a proyectos, en vez de a objetivos y donde se valoran las competencias demostradas por encima de las titulaciones. Además, se establecen sistemas de transferencia del conocimiento.
6.- Definir el papel que deben jugar las personas y crear fábricas más humanas. Las personas son esenciales en el modelo de industria inteligente, pero es necesario dotarlas de nuevas competencias para que evolucionen y puedan aprovechar las herramientas que ofrece la fábrica inteligente para tomar mejores decisiones. Debemos cuidar el bienestar de las personas que trabajan en las plantas y dotarlas de espacios para la creatividad y la innovación, motivarlas para que quieran seguir creciendo y cuidar de su salud física y mental.
7.- Digitalizar con inteligencia. La digitalización es clave en el proceso de transformación industrial, pero debe estar alineada con el modelo que se quiere alcanzar. La digitalización es uno de los medios que nos permitirá lograr el objetivo no un fin en sí misma.
8.- No perder de vista el largo plazo. El temor a una crisis puede llevar a algunas empresas a pensar a corto plazo y a adoptar únicamente medidas orientadas a la reducción de costes, una estrategia que pueden poner en peligro el futuro de la empresa. Más bien al contrario, es el momento de invertir pensando en las ventajas que esa inversión tendrá a corto y a largo plazo.
9.- Colaborar con otras empresas: es una de las grandes tendencias empresariales. Identificar compañías que fabriquen productos complementarios o que no nos resulte rentable fabricar y establecer alianzas para alcanzar una mayor integración de la cadena de suministro.
10.- Mantener el optimismo: todas las crisis traen consigo oportunidades. Esta terminará pasando, igual que las anteriores, y puede representar una ocasión ideal para salir fortalecidos. Solo hay que dar los pasos adecuados.
Según ha señalado la CEO de Sisteplant, Ana Santiago, “En estos momentos es importante actuar, no quedarse parados, pero trabajar con serenidad para evitar tomar decisiones precipitadas. Hay que establecer una estrategia a largo plazo”. Y continuó señalando que “la industria inteligente es el paradigma al que deben aspirar las empresas hoy en día para ganar en competitividad y sostenibilidad. La fábrica inteligente o 4.0 es aquella en la que se hibridan el mundo físico y virtual, se basa en el dato, sobre el que trabajan en tecnologías como la Inteligencia Artificial y Machine Learning para establecer modelos anticipativos, aspira a la sostenibilidad, tiene una organización ágil, con estructuras planas y las personas están capacitadas para la toma de decisiones de forma autónoma”.