Juegos y apuestas online, un negocio que mueve millones
La situación del juego en España.
Durante la pasada semana, Madrid acogió la 37ª edición de la Feria Internacional del Juego. La convención se ha convertido en un punto de encuentro entre empresas de juegos de azar online, servicios, parques de ocio, y un largo etcétera que transforman la ciudad en la capital mundial de la industria recreativa y del azar. El comparador Acierto.com ha aprovechado la cita para analizar en qué estado se encuentra este mercado, así como para dilucidar otros entresijos de un sector que no deja de crecer.
De esta manera, parece que la suerte sonríe al negocio del juego: el año pasado movió casi 700 millones de euros, un 26% más que en el ejercicio anterior y disparó el número de jugadores activos un 5,2% hasta casi alcanzar el millón y medio de personas. Unas cifras en las que la popularización de las apuestas y el azar online, así como su regulación han tenido mucho que ver.
Solo el juego online (únicamente el que se lleva a cabo en la red) mueve ya más 200 millones de euros anuales y, en solo seis años, ha experimentado un crecimiento que ronda el 380%. Y las casas de apuestas y salones de juegos no han dejado de proliferar. El sector, por otra parte, genera alrededor de 81.000 puestos de trabajo directos. Pero también indirectos (sobre los 160.00) en hostelería, turismo y servicios en general.
La inversión en marketing
Dicho lo cual, la inversión en publicidad y marketing de estas empresas también se ha incrementado. Solo el año pasado, este gasto superó los 300 millones de euros, principalmente en acciones de afiliados, patrocinio, promociones y publicidad. Esta primera consiste en una asociación. Los operadores se asocian con una red de afiliación -que funciona con criterios SEO y que incluso crean comunidades para favorecer la interacción entre jugadores- con el objetivo de captar clientes, fidelizar y darse a conocer.
En cualquier caso, hay que diferenciar entre las técnicas que utilizan los casinos, casas de apuestas físicas y los que operan online. Estos primeros, además de en captación de nuevos clientes, se centran en la retención de los existentes -para evitar, por ejemplo, que migren al casino online-.
Los bonus sin depósito son una táctica recurrente de captación. Es decir, que el jugador puede probar varios juegos sin necesidad de apostar su propio dinero. Y, si le gusta, decidir si quiere seguir adelante. Además esto resulta muy útil para los primerizos, que se introducen en este mundillo sin riesgo.
Los torneos online también se encuentran a la orden del día, una táctica más indicada para los profesionales y aficionados que lleven más tiempo jugando. Y tanto para captación como para retención encontramos las promociones. Por ejemplo, devolverle al jugador parte del dinero, darle puntos de fidelidad, permitirle jugar más barato, darle “tiros gratis”, bonus recargables, etcétera. No faltan tampoco las campañas de email marketing, a través de las redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, etcétera.
Juegos preferidos y jugador tipo
Es decir, el negocio ha sabido adaptarse y aprovechar las necesidades tecnológicas del momento. Cada vez es más fácil acceder a través de apps y webs pensadas para utilizar desde el smartphone; y mayor la variedad de juegos. No obstante, a la cabeza del ranking de modalidades favoritas se sitúan las apuestas, seguidas del bingo, el casino, los concursos y el póquer.
Pero, ¿quiénes son los que más juegan? Según los datos que maneja Acierto.com, el perfil de jugador tipo es el de un hombre entre los 26 y los 35 años de ingresos medios. Más concretamente 8 de cada 10 jugadores son varones. Las mujeres invierten la mitad que ellos. En cualquier caso, aquí cabe comentar que este jugador tipo es cada vez más joven -se introduce más pronto- y que la mayoría de aficionados no alcanzan los 50 años.
Un juego regulado
Respecto a la regulación de la que hablábamos al principio, tuvo lugar en el 2011, con la Ley 13/2011 del 27 de mayo, que fijó un contexto regulatorio que permitió un crecimiento de la actividad consensuado dentro de nuestro territorio, así como el nacimiento de la Dirección General de Ordenación del Juego -que depende del Ministerio de Hacienda-.
En definitiva una manera de acabar con actividades ilegales y fraudes pues, a partir de entonces, todo aquel que quiera dedicarse al juego debe solicitar una licencia que le habilita para hacerlo hasta 10 años -prorrogables otra década más- y, por supuesto, debe pagar impuestos. Además, en 2014 se modificó la ley para incluir juegos de casino en Internet como la ruleta, el Bingo y el Blackjack.
Por otra parte, el casino deberá contar con un seguro de Responsabilidad Civil que se haga cargo de cualquier perjuicio que pueda causar a un tercero. Si se trata de un casino online, no estaría de más contratar un seguro contra hackers o ciberseguro, pues son muchas las pérdidas a las que se exponen en estos casos. Este tipo de delitos se han incrementado más de un 60% durante el último año, sobre todo aquellos que tienen que ver con la filtración de datos y con las PYMES. Los delitos dirigidos a estas últimas han crecido hasta un 130% en el periodo referido.
Estas pólizas suelen incluir coberturas por ciberataques pero también por robo y pérdida de archivos, incumplimiento de la LOPD, filtraciones de datos, y similares. Otras coberturas habituales -aunque depende de la entidad- son la de pérdida de beneficios, gastos de defensa por multas, asistencia informática y acceso a un equipo de gestión de crisis.
La seguridad de los jugadores
La seguridad de los jugadores es otro aspecto fundamental, tanto en la parte del negocio físico como online. Si nos centramos en este último, las webs deben cumplir con requisitos básicos, como contar con el sello de Juego Seguro, un certificado de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Esto quiere decir que el casino cumple las condiciones del organismo y que se somete a auditorías periódicas. Asimismo, ha de indicar que el juego es solo para mayores de 18 años en un sitio visible y especificar la política de privacidad. La presencia de recomendaciones para un juego responsable es otro punto clave.
La URL de la web también debería empezar con httpS. Esta “s” es la que indica, precisamente, que la página es segura. Los métodos de pago pueden ayudar a identificar si lo es -aléjate de las transferencias y similares-, así como las recomendaciones y valoraciones de la misma en foros especializados. Además, ha de existir la opción de comunicarse con facilidad con la empresa para reclamar y similares. En cualquier caso, es importantísimo que la entidad garantice la encriptación de nuestros datos financieros y que su plataforma sea estable y clara.
Llegados a este punto cabe comentar otros aspectos del juego que no debemos perder de vista: perder es una posibilidad. Es importante que sepamos aceptar la frustración y tener paciencia. Otros consejos para el juego online son estudiar todas las posibilidades antes de introducirnos en el mundillo (los bonos de bienvenida, etcétera), y utilizar los simuladores gratuitos que algunas de estas casas ofrecen. Esta alternativa resulta muy interesante para evitar sustos si es nuestra primera vez. Y, por supuesto, ajustar nuestro presupuesto y ser precavidos.