75 por ciento de las grandes empresas españolas ya se han subido a la nube
España, con un negocio cercano a los 1.400 millones de euros, representa un 6 por ciento del mercado mundial de tecnología cloud.
“El uso de herramientas y plataformas cloud en las empresas sigue creciendo. En 2016 esta tecnología generó en España un volumen de negocio cercano a los 1.400 millones de euros, lo que representa casi el 6% del mercado mundial”. Así lo ha asegurado Nestor Correa, Head of Business Unit de BESH, compañía especializada en la implantación y explotación de proyectos de infraestructura cloud, en el marco de la jornada “#súbetealanube” que se ha celebrado esta semana en Madrid.
Según este directivo, el mejor acceso a las infraestructuras; la posibilidad de escalar el servicio, así como su alta disponibilidad, la reducción del “time to market” y la continuidad de los procesos productivos son algunas de las variables que han incidido en que mejore la confianza que tienen las organizaciones en este tipo de sistemas.
Como se ha puesto de manifiesto durante el encuentro, una de cada tres empresas de todo el mundo utiliza de forma activa tecnología cloud. En el marco de la Unión Europea y, más en concreto en nuestro país, la penetración desciende a una de cada cinco compañías. No obstante, “el porcentaje de grandes empresas españolas que se han subido a la nube es considerablemente mayor y se sitúa en el 75%, decantándose la mayoría por modelos híbridos (que combinan servidores públicos y privados)”, asegura Nestor Correa.
En su intervención, Nestor ha identificado las claves que son determinantes a la hora de implementar de forma efectiva una arquitectura cloud y que, en muchos casos, todavía son críticas o se consideran un gap en el mercado. Se pueden concretar en siete puntos:
1. Disponibilidad de la información. Desde el volumen de almacenamiento, pasando por la rapidez en el acceso y procesamiento de la información, la flexibilidad o la capacidad para evitar fallos y pérdidas de datos.
2. Gestión integrada. Una correcta integración favorece un flujo coherente y su gestión desde un entorno único.
3. Orientación al usuario. La plataforma debe estar diseñada para responder a las necesidades específicas de sus usuarios y proporcionar una experiencia de uso que favorezca la eficiencia y la agilidad de los procesos.
4. Nubes híbridas. Entre otros aspectos, los sistemas de cloud híbridos, basados en sistemas públicos y privados, deben favorecer la escalabilidad y, por tanto, la capacidad para afrontar nuevos desarrollos en el futuro.
5. Automatización de procesos. La automatización de los sistemas virtuales mejora los tiempos de aprovisionamiento, reduce y elimina las configuraciones erróneas o ejecuta tareas rutinarias sin la intervención humana, lo que repercute en un considerable ahorro de tiempo y costes.
6. Supervisión del ciclo de vida IT. Una infraestructura cloud tiene que agilizar este proceso, abarcando pruebas de concepto, monitorización, etc.
7. Movilidad. Con arquitecturas que garantizan el acceso efectivo a la nube desde dispositivos con limitaciones de almacenamiento.
Innovación, experiencias y tecnología cloud han confluido en la jornada #súbetealanube que ha tenido lugar hoy en las instalaciones de Madrid Fly, el mayor túnel de viento de Europa y que, junto a BESH, ha contado con la participación de SAP, Huawei, Aryan, Suse y Digital Boost. Un encuentro en el que se han desarrollado diferentes ponencias en torno al claim “Vive la experiencia de subirte a la nube”.