Robots y empleo: El debate está servido
A lo largo de la historia, hemos presenciado cómo el desarrollo tecnológico ha ido modificado paulatinamente los puestos de trabajo, reemplazando progresivamente la mano de obra humana por máquinas.
Si en la primera Revolución Industrial, las máquinas sustituyeron gran parte del trabajo manual gracias a la aparición de la máquina de vapor o el tejido mecánico, la Cuarta Revolución Industrial es sinónimo de automatización e inteligencia artificial.
En los últimos años, se ha hablado mucho sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el mundo laboral y cómo la robótica y los nuevos sistemas de inteligencia artificial están acelerando la transformación de los puestos de trabajo. No obstante, y de acuerdo a un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo el 12% de los puestos de trabajo en España está en serio peligro de ser automatizado. Además, el estudio señala que el 50% de las funciones de cada trabajo experimentará grandes cambios debido a la automatización. Si bien es cierto que la irrupción de la inteligencia artificial afectará a un gran número de empleos, también propiciará la aparición de nuevos roles motivados por la automatización de los procesos productivos.
Desde el punto de vista de la productividad, la inteligencia artificial contribuirá notablemente a mejorar las cadenas de producción de las empresas, en la medida en que los sistemas de automatización disponen de una inteligencia más precisa, inmediata y segura que la humana. De esta forma, algunas empresas como Google están orientando sus investigaciones a desarrollar robots más inteligentes que no sólo puedan pensar por sí mismos, sino también percibir su entorno de manera más precisa. Además, la implementación de la robótica permitirá liberar a los humanos de muchas de sus funciones diarias. Pero, ¿estamos preparados para trabajar codo con codo con un robot?
De acuerdo a un estudio realizado por OpenText, líder global en Gestión de Información Empresarial (EIM), el 69% de los encuestados señala que no animaría a su empresa a contratar un robot si eso significa reducir las tareas administrativas diarias. Además, el 62% afirma que no se sentiría cómodo trabajando junto a un robot. Este escenario en el que robots y hombres conviven en un mismo entorno de trabajo está cada vez más cerca. Según datos de la Federación Internacional de Robótica, la cifra de robots industriales instalados en el mundo alcanzará los 2.6 millones de unidades en 2019.
Todo parece indicar que la inteligencia artificial continuará acelerando el progreso de los robots industriales y modificando los lugares de trabajo. Además, la integración de los robots en el mundo laboral continuará siendo objeto de debate durante los próximos años. Los más optimistas defienden que la tecnología no acabará con más trabajos de los que pueda crear y afirman que existen trabajos que sólo los humanos pueden realizar. Por el contrario, los más escépticos señalan que las máquinas acabarán con la mayoría de los empleos y propiciarán un aumento de las desigualdades. El debate está servido.