La Comisión Europea, CE, ha impuesto este martes a Google una multa de 2.420 millones de euros, la mayor hasta la fecha contra una sola compañía, por abusar de su posición dominante como motor de búsquedas en Internet al dar ventajas ilegales a su servicio de compras comparativas.
Primero una aclaración, sobre el título. Resulta que un día vi una pintada en una pared que me pareció rizar un rizo ya rizado: HATE ANTI "A", donde "A" es un colectivo que no quiero nombrar porque no queda ni elegante ni sensato, pero del que puedo decir que se caracteriza sobre todo por odiar. Así pues, un "ANTI A" es uno que odia a otros que odian, con lo que ponerle un "HATE" delante es como elevarlo a un tercer nivel. Entonces imaginé cómo sería poner otro "anti" delante de la pintada, y luego añadir otro "hate", y seguir así en una cadena sucesiva de "antis" y "hates" alternativos. Cuando conseguí pronunciarlo sin trabarme la lengua el resultado parecía una versión lingüística de los Números de Fibonacci, por lo que lo llamé "el fractal del odio". Además, es como la versión negativa de lo que les pasa a los recién enamorados cuando hablan por teléfono: "Y yo a tí", "pero yo a tí más", "no, yo más", "que no tonto", "venga cuelga", "no, cuelga tú", etc. En la versión "hater" sería más o menos así: "Te odio", "y yo a tí", "pero yo a tí más", "que no bobo, que yo a tí más", "¡Que te calles ya, hijo de...!". Aunque parezca que todo esto no tiene mucho que ver con el tema, yo creo que es precisamente una metáfora muy adecuada del mismo, ahora veréis...