La oportunidad de la vanguardia en la IA
La mayoría de los grandes modelos de lenguaje de la inteligencia artificial se entrenan en inglés, lo que hace que tengan muchas lagunas a la hora de procesar información en español, el idioma que compartimos casi 600 millones de hispanohablantes.
Para resolver ese problema, el Gobierno ha anunciado un ambicioso proyecto, que incluirá también las lenguas cooficiales, y que ha suscitado una gran expectación en la comunidad científico-tecnológica.
"Los modelos de lenguaje son fundamentales en la IA por su capacidad para comprender y generar texto de manera coherente y relevante. El GPT (Generative Pre-trained Transformer), que ya se encuentra muy extendido, está revolucionando la comunicación entre humanos y máquinas, y esto es sólo el principio", explica el director del Máster en Inteligencia Artificial de la Universidad Europea, José Javier Ruiz Cobo. En este contexto, opina que el Large Language Model (LLM) que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el último Mobile World Congress (MWC), "promete ser un avance significativo en la capacidad de España para liderar la innovación en Inteligencia Artificial, lo que nos da la oportunidad de situarnos a la vanguardia de su investigación y aplicación a nivel mundial".
La profesora titular de Ciencias de la Computación e IA en la misma Universidad, Laura García Cuenca, está de acuerdo en lo ilusionante del desafío, si bien espera "que no lleguemos tarde y consigamos de verdad liderar los modelos de habla hispana, minimizando la problemática de los sesgos, atendiendo las implicaciones medioambientales y aprovechando todo el potencial tecnológico de unas herramientas, que si no se usan de manera adecuada pueden ser objeto de múltiples infracciones legales". Y alerta de las exigencias que plantea el entrenamiento de algoritmos en varias lenguas, como son el español, el catalán, el valenciano, el gallego y el euskera. "El proyecto requerirá recursos muy significativos en datos, capital humano, infraestructura informática y conocimientos especializados, lo que representa todo un desafío en términos de inversiones, infraestructura y tiempo".
En cuanto a las ventajas de la "IA española", el profesor Ruiz Cobo augura que "mejorará la precisión y la relevancia de las respuestas generadas en nuestro idioma y fomentará el desarrollo de aplicaciones adaptadas a las necesidades culturales y lingüísticas específicas de los hablantes, y eso propiciará la inclusión digital de comunidades hispanohablantes y bilingües". García Cuenca, por su parte, pone el acento en la inclusión de las lenguas cooficiales, lo que garantiza en su opinión, "un acceso más equitativo a la tecnología y a los servicios de Inteligencia Artificial para quienes hablan catalán, valenciano, gallego o euskera, evitando así la exclusión digital y pudiéndose beneficiar de una mejor experiencia de usuario tanto en servicios como en aplicaciones".